Desde patinetas hasta espionaje, arresto de Assange es el corolario de una larga disputa con Ecuador

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, en una camioneta de la policía después de que fue arrestado, frente a la embajada ecuatoriana en Londres, Gran Bretaña. 11 de abril de 2019. REUTERS/Henry Nicholls

QUITO/WASHINGTON (Reuters) – La decisión de Ecuador de acabar el jueves abruptamente con siete años de asilo de Julian Assange en su embajada de Londres fue producto de un largo deterioro de las relaciones, en parte por las sospechas de que estaba alentando en secreto acusaciones de corrupción contra el presidente Lenín Moreno.

La policía británica arrestó el jueves al australiano, quien buscó asilo en la misión diplomática durante el gobierno del expresidente Rafael Correa, quien veía en Assange a un héroe que filtró documentos secretos de Estados Unidos.

En contraste, Moreno tenía una opinión menos favorable de Assange cuando asumió el cargo en 2017 y ordenó al hacker australiano que redujera sus comentarios políticos, dejara de montar su patineta en los pasillos de la embajada y limpiara los desechos de James, el gato que adoptó como mascota.

La gota que rebalsó el vaso parece haber sido la aparición de un sitio web anónimo que acusó a la familia de Moreno de crear compañías offshore y de usarlas para vivir un estilo de vida lujoso en Europa mientras se desempeñaba como delegado especial de la ONU para discapacidades, acusaciones que el presidente ha negado.

Los materiales filtrados, apodados los “INApapers”, contenían fotografías privadas de Moreno y su familia. Después de que se difundieran, Moreno dijo que Assange no tenía derecho a “hackear cuentas privadas y teléfonos” sin acusarlo directamente.

WikiLeaks twitteó sobre los informes pero, en mensajes y declaraciones a Reuters, negó rotundamente que Assange fuera responsable de las filtraciones o tuviera algo que ver con su publicación inicial.

EL COMPORTAMIENTO EN LA EMBAJADA
Funcionarios del gobierno ecuatoriano describieron públicamente el jueves lo que calificaron como un comportamiento inaceptable e ingrato de Assange en la embajada. Quito ha dicho que gastó 6,2 millones de dólares en su manutención y seguridad entre 2012 y 2018.

El ministro de Relaciones Exteriores, José Valencia, dijo que Assange había estado usando un teléfono móvil que no estaba registrado en la embajada y que le había advertido al embajador en enero que había instalado botones de pánico que activaría si consideraba que su vida corría peligro.

“Es extraño que el señor Assange haya insistido en ser la víctima”, dijo Valencia a la Asamblea Nacional de Ecuador.

La ministra del interior, María Paula Romo, comentó a reporteros que a Assange se le había “permitido hacer cosas como poner heces en las paredes de la embajada y otros comportamientos de esa naturaleza”.

Valencia dijo a la Asamblea que el personal de limpieza de la embajada describió una “conducta higiénica inadecuada” durante la estadía de Assange, y agregó que un abogado que representa a Assange había atribuido el problema a “problemas estomacales”.

“Ha puesto heces fecales en nuestra casa, ha golpeado a nuestros guardias, a la gente de Ecuador, ha dicho que el Ecuador es -no quiero repetirles la palabra- pero además que es un país insignificante en el mundo, eso es lo que éramos para él”, dijo Moreno en un acto público en una ciudad al sur de Quito.

“Le hemos quitado el asilo a este malcriado y ventajosamente nos hemos librado una piedra en el zapato”, agregó.

Abogados de Assange no respondieron a solicitudes de comentarios. Vaughan Smith, un amigo de Assange y fundador del Frontline Club de la prensa de Londres, dijo a Reuters que lo visitó la semana pasada y que creía que la afirmación de las heces era falsa.

“Julian ha estado bajo estrés pero parecía estar en un estado mental balanceado cada vez que lo ví”, dijo Smith.

CAMBIOS DE PERSONAL
Amigos de Assange que lo visitaron durante los últimos meses dijeron que desde que Moreno llegó a la presidencia, casi todo el personal de la embajada fue reemplazado.

La cancillería nombró a un nuevo embajador después de que Moreno asumió y despidió a un funcionario, Fidel Narváez, que era considerado cercano a Assange.

Los empleados de la embajada habían sido amables con Assange durante la presidencia de Correa. En cambio, los nuevos diplomáticos de Moreno fueron educados con los visitantes pero hostiles con Assange, agregaron sus amigos.

En febrero, el embajador le envió a Assange un memorando quejándose de que había “mostrado una vez más un comportamiento inaceptable” al escuchar la radio con el volumen alto mientras se reunía con sus visitas. “Esta acción perturbó el trabajo que estaba realizando la embajada”, dijo.

A principios de febrero, según memorandos del gobierno ecuatoriano divulgados por partidarios de Assange, Ecuador se quejó con Assange de que había apuntado deliberadamente una lámpara de estudio a una cámara de seguridad instalados en una habitación donde Assange estaba con visitantes.

Más tarde, ese mismo mes, el embajador le envió a Assange un memo quejándose de que había “mostrado una vez más un comportamiento inaceptable” al subir el volumen de una radio mientras se reunía con los visitantes. “Esta acción perturbó el trabajo que estaba realizando la embajada”, dijo el embajador.

Assange se había refugiado en la embajada en 2012 para evitar la extradición a Suecia por una investigación de agresión sexual que luego fue desestimada.

Funcionarios de Estados Unidos anunciaron el jueves después de su arresto que había sido acusado de conspiración para cometer una intrusión en la computadora, allanando el camino para su extradición.

Correa, en una entrevista con Reuters en Bruselas, dijo que Moreno le había entregado a Assange “a sus verdugos”.

Cuando se le preguntó si había trabajado con Wikileaks para filtrar los “INApapers”, no respondió directamente. Dijo que los documentos mostraban la “podredumbre” dentro de la familia de Moreno.

“Me disculpo en nombre del pueblo ecuatoriano. Un gobierno así, un presidente tan traicionero y traidor, no nos representa”, dijo Correa.

Valencia se negó a comentar las críticas sobre Moreno.

Correa está involucrado en una batalla legal con fiscales que investigan un caso relacionado con el secuestro en 2012 de un legislador de la oposición.

Un tribunal en Ecuador el año pasado le ordenó su prisión preventiva en espera de un juicio y emitió una orden de arresto internacional. Correa niega el cargo.

Reporte adicional de Bart Biesemans en Bruselas, Carlos Vargas y Helen Murphy en Bogotá; Editado en español por Javier López de Lérida