El ciego que no quiere ver

Charles Philbrook

Sobre falsos razonamientos acerca de la naturaleza humana, y también sobre antojadizas interpretaciones de la historia se ha construido el moderno estado del bienestar, el cual, como nos muestra Estados Unidos, es cada vez más voraz.

Desde su independencia, en 1776, hasta 1929, el gasto de los tres niveles del Gobierno (federal, estatal y local) no superaba el 12 % del PBI. Los gobiernos estatales y locales representaban las dos terceras partes de ese gasto. Hoy el gasto público sobrepasa el 30 % del PBI, y el gasto federal se lleva las dos terceras partes del total. Una similar tendencia, y mucho más marcada, se observa en los países europeos, en los que ese promedio supera el 40 %. En Francia y Suecia sobrepasa el 50 %. Y eso explica por qué en estos países, en los últimos años, más del 70 % de la creación del empleo se ha dado en el sector público.  (Sí, pú-bli-co.) ¿Puede llegar a ser eficiente un Estado que interviene cada vez más en la economía? ¿Una mayor intervención destruye la actividad económica? No y sí, sería la respuesta a una y otra pregunta, y esto lo vemos en el campo monetario. Por ejemplo, la Reserva Federal, creada en 1913 (recuerde este año), tiene dos obligaciones estatutarias: mantener la estabilidad de precios y contribuir al crecimiento económico.

Sin embargo, en uno y otro caso, lejos de ayudar ha perjudicado al país, y esto es algo que la mayoría de nuestros jóvenes economistas se resisten a creer. (No hay peor ciego…). Pero si dividimos el tiempo en partes iguales, es decir, en un antes y un después de la Reserva Federal, encontramos lo siguiente: la inflación acumulada de 1823 a 1913 fue de prácticamente cero (leyó bien), y la de 1913 al presente algo más de 1,300 %.

Y en cuanto al crecimiento del PBI real, de 1823 a 1913 fue de 3,500 %, y de 1913 al día de hoy, alrededor de 1.800 %. Si eso ha hecho la Reserva Federal (por no mencionar a nuestro BCR), ya se imagina lo que han hecho el resto de los bancos centrales. ¿Para qué entonces los necesitamos? (Fuente: EH.Net Economic History Services, “The Annual Real and Nominal GDP for the U.S., 1790-present”.)

Las grandes reformas económicas siempre se han hecho y se seguirán haciendo hacia la derecha, y no hacia la izquierda, siguiendo el camino de Dante al descender en el Infierno.  Por qué muchos jóvenes y poco leídos economistas no logran entender esta simple verdad es algo que quizás un niño fácilmente podría responder.