
LIMA (Reuters) – El Congreso de Perú comenzó el martes a debatir el respaldo al Gobierno y a su reforma política para combatir la corrupción bajo presión del presidente Martín Vizcarra, que podría activar un mecanismo para renovar el parlamento si no lo obtiene.
El primer ministro Salvador del Solar llegó al Congreso unicameral de mayoría opositora acompañado de su gabinete de ministros para defender las reformas, que buscan lidiar con la corruptela que ha sacudido al país y ha llevado en los últimos años a la detención de dos expresidentes.
“Es urgente salvar a nuestra democracia de la corrupción, es urgente impedir que personas culpables de delitos penales nos representen, es urgente promover el fortalecimiento de los partidos políticos”, dijo Del Solar al inicio del debate.
Perú ha sufrido una ola de escándalos políticos que han terminado con el expresidente Pedro Pablo Kuczynski detenido por un caso de sobornos que involucró a la constructora brasileña Odebrecht. El exmandatario Alan García se suicidó en abril cuando iba a ser arrestado en el marco de esa investigación.
El expresidente Ollanta Humala y su esposa están esperando en libertad restringida juicio por un escándalo de financiamiento electoral y el exmandatario Alejandro Toledo, que está prófugo y es buscado por lavado de dinero además de sobornos de Odebrecht.
El presidente Vizcarra invocó la semana pasada un mecanismo constitucional con la que podría disolver el Congreso si los legisladores no aprueban cinco propuestas de reforma política, en un desafío directo del mandatario a la cámara a la que acusa de boicotear sus iniciativas.
Según la Constitución peruana, un presidente puede cerrar el Congreso y convocar a nuevas elecciones legislativas en el plazo de unos cuatro meses si el parlamento rechaza dos veces una “cuestión de confianza” sobre políticas de Estado.
El Congreso ya rechazó un voto de confianza durante la gestión del Kuczynski, quien se vio forzado a renunciar en marzo del año pasado en medio de las acusaciones de corrupción. Vizcarra, que era su vicepresidente, asumió el poder para completar el mandato que culminará en 2021.
CONTRARRELOJ
Varios legisladores del partido con mayoría opositora, Fuerza Popular, han manifestado que van a esperar la exposición del primer ministro para definir su votación, algo que podría demorar horas por la duración estimada del debate.
El Gobierno ha dicho que las reformas deben aprobarse a más tardar a mediados de junio.
“Al Congreso no se le puede poner plazos (…) al Congreso no se le puede decir ‘si tú me votas la confianza hoy día, dentro de tres o cuatro semanas yo creo que no es confianza y por tanto disuelvo el Congreso’”, dijo el legislador Jorge del Castillo del opositor Partido Aprista Peruano, antes del debate.
“Eso sería un golpe de Estado”, agregó.
Vizcarra ha afirmado que confía obtener el apoyo del Congreso, pero ha dicho que si luego no aprueban las reformas en los plazos tomará decisiones en el marco de la Constitución.
“Hoy es un día sumamente especial”, dijo Vizcarra más temprano. “Quisimos, siempre con el arma de la ley y respetando estrictamente la Constitución, hacer estos planteamientos. Son días de importantes decisiones”.
La última vez que un mandatario cerró el Congreso en Perú fue en 1992, cuando Alberto Fujimori, padre de Keiko, alegó obstrucción del parlamento a reformas en temas de seguridad y economía. Pero sus detractores afirman que fue para tapar investigaciones de corrupción en su contra y consolidar su poder.
Un cierre del Congreso podría ayudar a Vizcarra a recuperar su popularidad. Un 70% de peruanos está de acuerdo con que el mandatario disuelva el parlamento porque considera que frena reformas clave, según el Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
El apoyo a Vizcarra ha caído desde un 66% en diciembre a un 42% en mayo, en medio de un desgaste a un año en el Gobierno y de conflictos sociales, según la encuestadora Ipsos Perú.
Reporte de Marco Aquino, con reporte adicional de Ana María Cervantes. Editado por Pablo Garibian