Sueldos dorados: indignación por los jerarcas del placer

Renán Gorriti

“Yo no tomo ron ni pisco, hermanito, Agustín (López).Yo solamente chupo whisky y vino —sentenció el juez supremo César Hinostroza, perseguido por la justicia peruana en España, sin conseguir traerlo preso tras su fuga lograda  en complicidad con su red mafiosa que hasta en las fronteras está viva y coleando con la ayuda de ese feudo llamado Poder Judicial aun tomado a plenitud. La indignación va creciendo en la población peruana como la reiterada demanda de cerrar el Congreso y reemplazarlo por otro nuevo y honrado. Jueces y fiscales mafiosos y congresistas llenos de errática codicia con jugosos sueldos  dorados acaban, una vez más, con ahorro de los peruanos. Y todo con el apoyo de poderosos empresarios coludidos que blindan a sus vasallos encabezados por el Fiscal Chávarry y sus secuaces en dos poderes del Estado que maneja el fujimorismo o Fuerza Popular. Legislativo y Judicial. 

Jueces, fiscales, congresistas,  que protegen una red criminal  tratando de liberar a quienes robaron sin devolver; y volver a librarse de prisión para seguir robando más en beneficio propio una vez capturado nuevamente el poder  y decretando la miseria y pobreza de un país ignorante y envilecido por estas malas causas. Niegan los hechos filmados y probados donde se confirma cómo operaban con gazmoña. Esta escoria no nos representa. El 90% rechaza la gestión del Congreso y de la banda de jueces, fiscales y abogados que conforman diversas mafias encabezadas por los cuellos blancos, con la complicidad de sus defensores o abogados que pretenden desviar las investigaciones que causaron estupor y que pretenden deshacer y negar la investigación probada y vista por millones de ojos !Tremendos farsantes y mentirosos!

Ay, de ustedes, que odian al que defiende la justicia y detestan al testigo honrado, y en los tribunales hacen que el justo o el pobre siempre pierda su causa. Pisotean al pobre, a la clase media,  y lo persiguen  con los impuestos de la SUNAT para disponerlos a su cuenta bancaria por medio del Estado, robando, disponiendo sin reintegrarlo o distribuirlo con equidad a la fuerza de trabajo peruana, que lo gana con el sudor de su frente.

Pero hoy ya conocemos sus fechorías y maldades, pecados sin fin que oprimen al justo. Reciben sobornos, se enriquecen mes a mes, entre quincena y mensualidad,  burocracia infiltrada y podrida, coimera, de lenta tramitología,  y todo para que en los tribunales los justos pierdan su causa, sus ahorros, su juventud, su vida, haciendo que además de perder sus bienes, también pierdan su fe, sus ilusiones y esperanzas. Construyen cada día el imperio de la injusticia, la espera desesperada, el fallo injusto y comprado, la violencia. Y lo peor, sin resolver por años, envejecidas causas que al final pierden y matan al hombre.

“Esta casta predilecta del gobierno pasa de ganar más de 31 mil soles a 42 mil soles mensuales, fuera del dinero por gasolina gratis, guardaespaldas, gastos de representación. 60 Mil soles mensuales. Mientras que los directores de hospitales, colegios, generales de las FFAA y policía, no llegan a 13 mil “. Y los maestros responsables de la educación para ser un país adelantado, no llegan a mil soles. Jubilados indigentes, 300 soles. Ya conocemos sus maldades. Y su odio por la paz y el progreso de los pueblos. ¡Qué  manera de ayudar al débil  y de salvar al que ya no tiene fuerzas! Sépanlo bien, cobardes: les espera la hoguera. Dios está contra los malhechores y a los hombres honrados, los protegerá de sus infamias. Presidente Vizcarra, si usted les pide besos a estas cobras, de seguro que con gusto se los darán, y por su veneno e índole, van a  matarlo. El pueblo insiste en cerrar esta insensatez, el Congreso.