

En la semana que pasó, se realizó en Lima un evento muy importante impulsado por ONU Habitat, programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos que promueve pueblos y ciudades social y ambientalmente sostenibles, bien planificados, bien gobernados, eficientes, con viviendas adecuadas, infraestructura y acceso universal al empleo y servicios básicos como el abastecimiento de agua, la energía y el saneamiento, aspectos a los cuales todos aspiramos. El evento congregó a 13 países de América Latina y el Caribe, incluido el Perú, con participación de la Comunidad Europea, FAO, CEPAL, y se realizó con el apoyo del INEI. Tuvo como objetivo propiciar un análisis sobre la viabilidad de aplicar una definición global de ciudades y áreas urbanas, en el marco del seguimiento y monitoreo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en momentos donde el concepto de ciudad y lo urbano, debe precisarse conceptualmente, para la mejor orientación de las políticas públicas.
Las ciudades, en su espacio geográfico, tienen enormes retos demográficos, sociales, económicos, ambientales. La urbanización ha progresado espectacularmente en la vida de los pueblos. ONU Habitat, estima que para el 2030, seis de cada diez personas del planeta residirán en las áreas urbanas. Y el grueso del crecimiento estará en África, Asia, y América Latina y el Caribe, lo cual requerirá de una efectiva planificación urbana. Ya en diversos lugares del mundo se observa falta de viviendas adecuadas, tugurios, crecimiento de la pobreza, desempleo, inseguridad. Los problemas se agrandan con los desastres naturales, de los cuales no estamos libres.
Para nosotros el evento impulsado por ONU Habitat, es trascendente, en momentos que la población fluye de un espacio a otro, reside temporalmente, de manera indistinta, en las áreas rurales y urbanas, formalizando ya desde hace buen tiempo, una doble residencia: urbana/rural. Además, esto se da considerando que en el Perú, el 45% de la población vive en asentamientos humanos, fruto de las intensas migraciones internas del último medio siglo. Por esos tiempos la población se asentaba mayoritariamente en el área rural del país, sin embargo, el proceso de urbanización e industrialización, se convirtió en un poderoso imán para los desplazamientos poblacionales. También, por las condiciones de crisis de la agricultura peruana. Así, fueron creciendo las ciudades del Perú y ahora tenemos cerca de 180 ciudades con más de 10 mil habitantes, gran parte de la población residiendo en asentamientos humanos.
En el Perú, cuatro quintas partes de la población viven en las ciudades. Estas han progresado, allí existen mejores posibilidades económicas, pero a la vez, mayores demandas de servicios públicos, de vivienda, salubridad, agua, desagüe, energía eléctrica, educación, salud, empleo.
El sistema de ciudades de más de 20 mil habitantes en el Perú, llega a 90 ciudades, que han ido creciendo a medida del crecimiento económico de las regiones, especialmente las costeras, pero también en la sierra y selva. Estas 90 ciudades concentran el 84% de la población urbana del país. El grado de concentración poblacional es algo impresionante. Solo Lima y el Callao, con más de 10 millones de habitantes, aglutina un tercio de la población peruana, 10 veces mayor a la ciudad de Arequipa con un millón de habitantes, la segunda ciudad más poblada del país, diferencia que se ha mantenido en proporción, casi igual, en el último medio siglo. Similar comportamiento se da con la ciudad de Trujillo (919 899 hab.) la tercera de mayor volumen poblacional, seguida de las ciudades de Chiclayo (552 508) y Piura (473 025 hab.), cuyos tamaños de población son 20 veces menor a Lima y Callao.
Un aspecto a destacar, es que la sostenibilidad de las ciudades también va de la mano con la sostenibilidad del campo y de las actividades agrícolas y pecuarias, que se ven bastante afectadas por menor población y el cambio climático. La sostenibilidad integral es muy importante. Las principales ciudades están asentadas mayormente en la franja costera, con escasa disponibilidad de recurso hídrico, lo cual en materia de sostenibilidad es crucial y donde también, se concentra la mayor demanda de alimentos.
Por ello, el evento realizado en Lima, que comentamos y valoramos, sobre una definición global de ciudad, es gravitante. El desarrollo de una definición operativa armonizada de lo que es ciudad/área urbana, será el acicate para dimensionar la ciudad y apoyar adecuadamente a las políticas públicas en el mundo. Para nuestro país también es un reto tener una nueva y adecuada definición de lo urbano y lo rural.