López Obrador admite desacuerdos con exsecretario de Hacienda

Imagen de archivo. El empresario Alfonso Romo, actual jefe de la oficina de la presidencia de México, durante una entrevista. 5 de julio de 2018. REUTERS / Alexandre Meneghini

CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) – El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, admitió el miércoles que el exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, quien renunció en la víspera, tuvo diferencias con él y con su mano derecha, el influyente empresario Alfonso Romo.

El martes, con una fuerte carta al mandatario, Urzúa dijo que abandonaba su cargo, entre otros motivos, por la “inaceptable” imposición de funcionarios sin conocimiento de la Hacienda Pública por parte de “personajes influyentes” del Gobierno con un “patente conflicto de interés”.

Romo, un empresario agroindustrial de 68 años, ha negado repetidamente que exista un conflicto de intereses y ha declarado a medios de comunicación que el año pasado, antes de asumir, renunció a los cargos que tenía en cuatro empresas.

“Tuve diferencias con él (Urzúa), pero yo lo respeto mucho”, dijo López Obrador, conocido por su acrónimo AMLO, en su rueda de prensa matutina. “Había diferencias entre ellos (Urzúa y Romo), notorias (…) Eso fue algo evidente”.

El mandatario aseguró que chocó con Urzúa por el Plan de Desarrollo Nacional, una hoja de ruta para su sexenio, enfocada en desterrar el neoliberalismo y combatir la corrupción. Una de las metas es lograr un crecimiento promedio anual de un 4%, algo que muchos analistas dudan.

AMLO sostuvo que el plan propuesto por Urzúa “era continuismo, era una concepción todavía en la inercia neoliberal y había que marcar la diferencia”.

ROMO, EL EMPRESARIO INCÓMODO
López Obrador, quien asumió en diciembre prometiendo desterrar la corrupción y violencia, dijo que una de las desavenencias entre Urzúa y Romo fue por el manejo de la banca de desarrollo.

“Yo le encargué a Alfonso Romo que ayudara en la coordinación para el funcionamiento de la banca de desarrollo y no había en esto acuerdo, había diferencias entre ellos, notorias”, dijo AMLO, pero no dio mayores detalles.

Los dos formaron parte el equipo económico de López Obrador durante la transición entre el triunfo electoral de julio del año pasado hasta su asunción en diciembre.

El empresario logró disipar entre los hombres de negocios el temor que existía a una victoria de AMLO, uno de sus puntos débiles las dos veces previas que perdió las elecciones presidenciales.

Una de las quejas de la oposición política es la reciente creación, por parte del partido oficialista, de una nueva institución de desarrollo, Banco del Bienestar, que podría ser usada para garantizar las elecciones intermedias del oficialismo en 2021 a través de la entrega de recursos a los más pobres.

Según columnistas locales, Romo habría convencido a López Obrador de colocar a varios de sus cercanos en posiciones importantes como la oficina encargada de los impuestos, SAT, y a la cabeza de las instituciones de la banca de desarrollo.

El mandatario dijo que Urzúa tuvo “diferencias” con la jefa del SAT, Margarita Ríos, e insistió en que no ve un conflicto de interés en que Romo dirija la oficina de la presidencia.

“No es para rasgarse las vestiduras”, explicó el presidente quien durante años criticó a la “mafia del poder”, un grupo de prominente políticos y empresarios a los que acusa de ser quienes manejan el poder hasta de poner presidentes.

AMLO no descartó más renuncias en su gabinete pero dijo que “lo importante es que el gobierno continúa su marcha, sin problemas”.

La designación de Arturo Herrera para ocupar la vacante que dejó Urzúa dio un respiro a los mercados que se desplomaron el martes tras la noticia.

Reporte de Diego Oré; Reporte adicional de Miguel Ángel López, Editado por Juana Casas