Mina SÍ, miedo NO. A propósito de Tía María

Raúl González

En todas partes del globo surgen políticos autodenominados “nacionalistas” y el Perú no es la excepción, y algo que tienen en común todos esos nacionalistas sin importar donde se originan, es el uso del miedo.

No son más que izquierdistas disfrazados, su premisa es infundir y difundir el miedo, sobre todo miedo al capitalismo, a los ricos y a la inversión privada, principalmente a la minera, para así tener a quien echarle la culpa de los problemas de país. Es imprescindible para todo nacionalismo tener estos enemigos y es necesario etiquetarlos, darles una imagen terrorífica, hacerlos visibles.

Elmer Cáceres, pintoresco gobernador de Arequipa, ataviado con una vestimenta con aires de “libertador” cae en esta definición, un político oportunista, el clásico cobarde que infunde el miedo y promueve la agitación social contra la minería para luego culpar al gobierno y a la empresa minera de los muertos y otros desastres que ocurran producto de sus trasnochadas propuestas.

Este impresentable sujeto advirtió que las víctimas mortales que puedan registrarse durante las manifestaciones contra el proyecto Tía María serán de entera responsabilidad del gobierno, puntualmente de Martín Vizcarra; y eso no es todo, con aires de “emperador de la República Independiente de Arequipa” mando un ultimátum al presidente, dándole un plazo de 72 horas para que anule la autorización a Southern. Al final, los agitadores serán convertidos en víctimas, las fuerzas del orden en victimarios y el gobierno y la empresa minera en lo grandes monstruos que actúan sin importarles la población.

Lo que en realidad le interesa a Cáceres y a todos los anti mineros-ambientalistas es luchar contra el capitalismo, todo como parte de un plan bien elaborado para debilitar las bases del sistema capitalista y así, de esa manera pretender crear las condiciones para que, con apoyo de una mayoría hastiada y manipulada puedan lograr un cambio de régimen, en realidad no les interesa el diálogo y ellos mismos lo aceptan cuando afirman que su meta es un cambio de la constitución, las protestas son solo parte del camino para llegar al poder.

Pero no hay que tener miedo de hablar de minería, la minería responsable es totalmente viable y eso asusta mucho a esta gente pues esta trae progreso y saca de la pobreza al grueso de la población, y sabemos que la pobreza es el principal ingrediente que necesitan estos alucinados para llegar al poder.

Hay un nuevo tipo de minería, una minería moderna y responsable con prioridad en el cuidado del medio ambiente, pero nos han metido el cuento de que toda minería es contaminante, sin embargo  una minería con férreos controles técnicos en cada detalle tiene un ínfimo porcentaje de accidentes, más contaminan todos los mineros ilegales en Madre de Dios y no vemos a ningún dirigente “Nacionalista” reclamar ni organizar marchas en contra. El miedo que esta gente quiere infundir en contra de la minería es irracional, las empresas mineras serias invierten ahora grandes cantidades de dinero en seguridad y hacen de esta actividad una de las más seguras, dejar de lado la exploración minera sería dejar de lado el crecimiento y desarrollo de las regiones involucradas.

El gobierno debe de recuperar el principio de autoridad y no dejarse manejar por este personaje rocambolesco que solo busca figuración política con sueños de grandeza.