Agricultura y alimentación deben cambiar para frenar el calentamiento global: informe ONU

Vacas de una granja estatal se alimentan en un campo del pueblo de Krupenishche, Bielorrusia. Agosto, 2018. REUTERS/Vasily Fedosenko

LONDRES/GINEBRA (Reuters) – La forma en que el mundo gestiona la tierra, produce y consume alimentos tiene que cambiar para frenar el calentamiento global o la seguridad alimentaria, la salud y la biodiversidad estarán en peligro, señaló el jueves un informe de la ONU sobre los efectos del cambio climático.

El informe recoge que el crecimiento de la población mundial y los cambios en los patrones de consumo han causado tasas sin precedentes de uso de la tierra y el agua, y pide grandes cambios en los hábitos agrícolas y alimenticios.

Publicidad

Los cambios en la dieta, que incluyen alimentos de origen vegetal y alimentos sostenibles de origen animal, podrían liberar varios millones de kilómetros cuadrados de tierra para 2050 y reducir potencialmente entre 0,7 y 8,0 gigatoneladas al año de dióxido de carbono, dijo el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas en el informe.

En un resumen de casi 60 páginas, el IPCC dijo que desde el período preindustrial, la temperatura del aire en la superficie terrestre ya ha aumentado en 1,53 grados centígrados, el doble que la temperatura media mundial (0,87 grados centígrados). Ese calentamiento ha causado más olas de calor, sequías y fuertes precipitaciones, así como una degradación de la tierra y desertificación.

La agricultura, la silvicultura y otras actividades de uso de la tierra representaron el 23% del total de las emisiones netas de gases de efecto invernadero producidas por el hombre durante el período 2007-2016. Si se incluye la actividad de preproducción y postproducción en el sistema alimentario, este porcentaje se eleva hasta el 37%.

SEGURIDAD ALIMENTARIA
El informe prevé un aumento medio del 7,6% en los precios de los cereales para 2050, lo que dará lugar a un aumento de los precios de los alimentos y al aumento del riesgo de inseguridad alimentaria y de hambre.

Los cambios en los patrones de consumo ya han contribuido a que alrededor de 2.000 millones de adultos tengan sobrepeso o sean obesos, mientras que se calcula que 821 millones de personas siguen estando desnutridas.

Por otro lado, la oferta per cápita de aceites vegetales y carne se ha más que duplicado según datos desde 1961, pero en la actualidad, entre el 25 y el 30% del total de los alimentos producidos se pierde o se desperdicia.

Información de Nina Chestney en Londres y Stephanie Nebehay en Ginebra; Información adicional de Megan Rowling; Editado por Jane Merriman; Traducido por Michael Susin en la redacción de Gdynia