Desafíos de los adolescentes que no estudian ni trabajan

Aníbal Sánchez

El Perú es un país de jóvenes, más del 50,0% de la población tienen menos de 30 años de edad, según datos del Censo Nacional 2017. Proyectando la cifra al 2019, son más de 16 millones de peruanos, hombres y mujeres, con menos de tres décadas de vida. Qué enorme riqueza y potencialidad demográfica para el Perú del futuro. A esta población lo mejor que puede ofrecérsele es el acceso a una buena educación, ese es el primer gran reto, que ninguno de los jóvenes deje de estudiar, en lo mejor de su edad, con buena educación, en la responsabilidad de los maestros y educadores, logrado ello, insertarlos adecuadamente al mercado laboral. Experiencias en el mundo nos ofrecen como buen espejo lo que queremos lograr. Corea de sur, país del sudeste asiático, hace medio siglo atrás, impulsó su desarrollo económico y social con educación, elevando los años de escolaridad, especialmente de la juventud, y aprovechó con creces su bono demográfico cuyo ingrediente principal fue la juventud de su población bien capacitada.

Así lo piensan también los hogares peruanos, que quieren que sus hijos prosperen en el estudio, en su formación académica. No hay hogar provinciano que no anhele ello, haciendo esfuerzos envían a sus hijos a la escuela, al colegio, a la universidad, en el distrito, a la capital de la provincia o al centro vital del departamento, incluso a la Capital de la República. Su enorme deseo es formar su futuro, porque al progresar ellos con mejor educación, el beneficio futuro de la familia será enorme, esté donde esté.

Ahora en el país existen cerca de 3 millones de adolescentes jóvenes, de 14 a 19 años de edad, representan el 9,4% de la población total del país, o cerca del 19,0% de la población menor de 30 años de edad. En este segmento de población, está el futuro del país del próximo medio siglo, de la economía, de la sociedad y el desarrollo. Por ello, es importante poner en la lupa este gran segmento de adolescentes, hombres y mujeres, apoyémoslos a rabiar, con todo lo que tenga la familia y por supuesto el Estado. Evitando que se ensanche el segmento de NINIS (Ni estudian, Ni trabajan, Ni reciben información), poniendo en la palestra, en el foco de atención a los “NINIS” de ese rango de edad, frente a tantos peligros y tentaciones presentes.

Los adolescentes de 14 a 19 años de edad, son un segmento muy especial, porque van a tomar decisiones de vida, en su formación educacional e incluso laboral. Las políticas públicas orientadas a ellos son determinantes, en la eficacia de incorporarlos o reincorporarlos a la vida educativa e incluso al futuro mercado laboral. Tanto en la legislación peruana, como en el Convenio 138 de OIT, se señala que la edad mínima de admisión al trabajo son los 14 años. Así mismo, a los 19 años, es la edad en la cual el adolescente debe haber terminado su formación escolar e incluso estar ya en el nivel universitario, sino fuera así, debería estar participando en el mercado laboral. En la realidad del país, tanto en las áreas urbanas como rurales, muchos adolescentes ya están desplegando alguna actividad económica. Los llamados NINIS, que aún están a la espera de una oportunidad, no son una cifra menor, representan el 15,1% de la población de 14 a 19 años de edad. Adolescentes que no estudian ni trabajan, cerca de 450 mil adolescentes, hombres y mujeres, que merecen atención.

Cabe indicar que del total de NINIS que se registran en el país, el 30,0% residen en el área rural y el 70,0% en el área urbana, es decir, 7 de cada 10 adolescentes que no estudian ni trabajan viven en el área urbana y 3 de cada 10 en el área rural. Describiendo esta población de adolescentes de 14 a 19 años de edad, que no estudian ni trabajan, nos encontramos que el porcentaje de ellos, es más alto en el área rural, el 20,5%, en tanto los NINIS del área urbana representan el 13,5% de la población de ese tramo de edad que residen en las ciudades. Cuando uno considera el tamaño poblacional en valores absolutos, la población de adolescentes que no estudian ni trabajan del área urbana supera largamente a los que residen en el área rural, representa 2,3 veces a los del área rural.

Características educativas y de salud

En cuanto a su nivel educativo, la población de adolescentes que no estudian ni trabajan, en su mayoría alcanzaron algún año de estudios secundarios, el 76,3% de ellos, de los cuales el 61,3% culminaron los cinco años de secundaria y el 38,7% la tienen incompleta. Con estudios de primaria el 15,3%, y un porcentaje menor con estudios superiores universitarios o no universitarios, el 4,7%. Y en cuanto al seguro de salud, el 72,4% de los NINIS tienen acceso a algún tipo de seguro de salud, es decir el 27,6% no tienen cobertura de seguro de salud de ningún tipo. De cada 100 adolescentes que no estudian ni trabajan, 60 tienen seguro de salud del Seguro Integral de Salud (SIS), y 10 cuenta con cobertura de ESSALUD.

Al atender con prioridad a este segmento vulnerable de la población adolescente, y encauzar su futuro, estaremos dando grandes pasos para lograr un país más justo y con grandes posibilidades para el desarrollo, luchemos por ello.