El animus vulgus

José Antonio Olivares

Es sin duda, una nueva forma de querer instaurar un pensamiento único, ampararse en la masa que clama, en las encuestas y en un monto de mentiras dichas con la constancia de un herrero golpeando un yunque. Se quiere reducir al pueblo y a su opinión a un balbuceo monocorde, que encaje dentro de lo que se denomina lo políticamente correcto.

Se ha introducido en las políticas educativas un denominado enfoque de género, pero la masa es anti género, mejor dicho la población no comparte esos valores, se habla inclusivamente y el común de las personas, lo asumen solo como moda, nadie piensa aun en les gallines y gallos violadores, como un certeza social.

Lo mismo sucede con el modelo económico. Se trata por todos los medios de socavar las bases de un modelo y desarrollo económico, y por tanto social, (que ha permitido a los peruanos, conocer los centros comerciales, cambiar de auto cada tres o cuatro años, viajar por el mundo presumir incluso de su amor a la blanquiroja, en suma de tener mejor calidad de vida, gracias al modelo económico que ha permitido la actual constitución.) Bajo el grito de no a la minería, no la inversión privada, y si al cambio de constitución. Amparándose falsamente en el clamor popular, o en el clamor resultante de la agitación popular.

Los dueños de la moral y la verdad, no se han percatado que ese pueblo a votado por el modelo económico que le ha dado satisfacción y desarrollo en los últimos 30 años. El pueblo no voto por la promesa «progre» de un país de las maravillas.

El vulgo es el verdadero protagonista de la democracia de mercado pletórico de bienes. El vulgo no es filósofo. Puede saber latín, aunque ahora eso es imposible merced a las reformas progresistas en la educación. La masa debe saber de reggaetón y de lenguaje inclusivo, de todas y todos. Eso quieren ellos, y el gobierno que socava la república, con encuestas y con una prensa complaciente que difunde mentiras. Con un Gobierno que no gobierna y solo quiere complacer a todas y todos.

Dicen que el vulgo entiende mejor a Llica que a Mulder; a Huillca que a Bartra. ¿Cuál masa, la que marcho hace unos días?

Yo creo que quienes piensan eso, no saben que el vulgo tampoco sabe en qué consiste la democracia, la tolerancia, la libertad de expresión, el escepticismo, etc.

El ánimo del vulgo que quieren los progresistas es el que tolera la corrupción, la dictadura, la falta de libertad. El vulgo que quieren es el que solo deberá entender de frases gruesas, lo burdo, el trazo de brocha gorda, el anticlericalismo zafio y basto, y que identifique a la República y sus instituciones con el fascismo.

El vulgo de los progres desea que se llame «facha» con facilidad y ligereza, sin saber qué es el fascismo y lo que es peor, sin siquiera haberlo padecido. El vulgo debe ser anti aprista, y anti fujimorista retrospectivo o retroactivo. Esa masa debe ser también anti congreso, así se van todos, aunque sigan cobrando de ese congreso los adalides del Frente Amplio, del Nuevo Perú y algunos mal llamados liberales, liberaletes de ocasión, les cae mejor.

El vulgo desmemoriado tendrá «memoria histórica». Solo para desvirtuar el terrorismo y llamarlo conflicto interno. El vulgo entenderá perfectamente el discurso demagógico de los años 1970 del Cura Arana o de la joven y bonita Verónica, sin comprender que estamos en 2019 y la masa se ha quedado en aquellos años de promesa revolucionaria y de bolchevismo.

El Pensamiento progre utiliza una retórica simplista y de pensamiento único. ¿Han oído o escuchado Uds. alguna idea política a don Goyo? ¿En qué consiste el programa electoral del nuevo Perú? En alejar la empresa privada y dejar de lado la minería? La democracia se ha convertido en la ciencia o el arte de halagar a la bestia y saber por dónde se puede acercar uno y qué palabras hay que decirle para que se alegre, irrite o entristezca.

Con esas recetas se compone un sistema y se llama a eso «ideología» o «progresismo». Quieren que el vulgo en el Perú caiga muy bajo. No tiene cultura política. Está preparado para aceptar la dictadura, para votar por el Lobbysta y marchar contra el progreso.

Nuestro país no está maduro para la dictadura. Si las capas atrasadas de la sociedad y los señoritos ricos progres de izquierda son así, dando por buenos los argumentos ad hominem de que se vayan todos, nueva constitución y mina no, agua si, que se esfuerzan en repetir los Llicas, los Aranas y las veros , con la comparsa de los Goyos y los sicuris de los Aduviri matizados por los Santiagos del huancaíno Cerrón, entonces, estamos perdidos, entonces las masas aceptarán a ciegas la dictadura o la tiranía del pensamiento Alicia. Del pensamiento progre que dice nos llevara al país de las maravillas. Como es en la Isla caribeña o en los llanos del Orinoco. El vulgo aplaudirá cualquier estupidez siempre que la pronuncie un progre o una o progre. Si le hablan de paz, estará contento. Si le hablan de libertades, también. Si le hablan de optimismo, también. Si le hablan de la derecha y del fascismo, se enfadará.

Pero, el vulgo no es el pueblo, no es el peruano común, es solo el recurso del que marcha , del que grita, del que agita y del que quiere reemplazar las elecciones por la calle, del populista que se apoya en ellos y no gobierna.

El vulgo e mobile qual piuma al vento, muta d´acento e di pensiero. Ahora no es tan móvil. Se ha anclado en el progresismo. Pero para ser progresista hay que ser ágrafo o analfabeto, leer poco o bien ser un señorito progre rico de izquierda descendiente de familia pituca.

El verdadero animus vulgus es vivir de en verdadera democracia. Sin el impacto de encuestas con una prensa sensata y comprometida con la información , no la deformación, con instituciones serias, y con partidos políticos de verdad , no con fachadas que le hacen el juego a algunos cabezas de ánfora y a trasnochados proyectos socialistas.