OBITURARIO-Chirac, el «camaleón Bonaparte» que dominó por décadas la política francesa

Foto de archivo. El expresidente francés, Jacques Chirac, durante una ceremonia en el palacio del Elíseo, París. 9 de febrero de 2007. REUTERS/ Charles Platiau.

PARÍS (Reuters) – Jacques Chirac, quien se convirtió en el segundo presidente de Francia con más años en el cargo, dominó la política gala durante décadas y despertó el orgullo nacional con su oposición a la invasión a Irak liderada por Estados Unidos en 2003.

Para muchos, el aire de estadista aunque a veces informal de Chirac, quien falleció a los 86 años, resumió las raíces rurales de Francia y el papel clave en los asuntos diplomáticos proyectado por Charles de Gaulle. 

La energía frenética de su sucesor Nicolas Sarkozy provocó mucha nostalgia entre los franceses por los 12 años de presidencia de Chirac y ese ritmo más lento que estableció para la vida pública.

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Chirac a menudo era recordado por su gusto por la cerveza mexicana Corona, su mal inglés y una actitud distante, aunque también por ser una persona muy enigmática que disfrutaba del arte asiático y de la poesía japonesa, aunque siempre prefería restar importancia a su faceta intelectual.

Pero quizás el aspecto que más lo marcó fueron los constantes cambios en sus opiniones políticas, que le valieron apodos como “camaleón Bonaparte” y “la veleta”.

También fue apodado Houdini por su habilidad para salir de situaciones difíciles, como cuando sobrevivió a un procesamiento por uso indebido de fondos públicos en diciembre de 2012, que lo convirtió en el primer jefe de Estado en ser condenado desde el colaborador nazi Philippe Pétain en 1945.

Siguiendo los pasos de De Gaulle, Chirac dedicó gran parte de su mandato a defender el estatus de Francia como una gran nación en el escenario mundial, una reputación que reforzó cuando amenazó con utilizar su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU contra una resolución que autorizaba la fuerza militar para buscar armas de destrucción masiva en Irak en 2003.

Tres días después, Estados Unidos y Reino Unido invadieron Irak sin la aprobación de la ONU y nunca se encontraron las armas de destrucción masiva.

Después de retirarse de la vida pública, Chirac atrajo multitudes de periodistas y admiradores en una de sus últimas apariciones: una visita a la Feria Agrícola anual de 2011 en París.

Debido a sus problemas neurológicos, rara vez se lo vio en actividades públicas al final de su vida.

POLÍTICO PRODIGIO
Nacido en 1932 en París en el seno de una familia de clase media de la céntrica región rural de Corrèze, Chirac comenzó muy joven su carrera política a fines de la década de 1950 después de estudiar en el elitista Instituto de Estudios Políticos de París y en la Escuela Nacional de Administración (ENA).

Cuando era adolescente, vendió brevemente ejemplares del periódico comunista L’Humanite en las esquinas de las calles de París. También desarrolló un amor duradero por Estados Unidos, país que recorrió haciendo trabajos poco remunerados, como lavar platos.

Sin embargo, dio un giro laboral cuando se convirtió en oficial del Ejército y se afilió al partido ultranacionalista Algérie Française (Argelia Francesa), aunque poco después cambió nuevamente de rumbo para transformarse en un gaullista moderado en los años 60’.

Rápidamente también se hizo enemigos, al destruir el viejo movimiento gaullista en 1974 y respaldar al modernizador Valery Giscard d’Estaing, un crítico de De Gaulle, en los comicios presidenciales de ese año.

Chirac tenía solo 41 años cuando Giscard lo nombró primer ministro el 28 de mayo de 1974, pero renunció dos años más tarde tras pelearse con el mandatario en medio de una lucha de poder.

En 1976 formó un nuevo partido gaullista, el que luego se convirtió en la Unión por la Mayoría Popular (UMP). Actualmente la agrupación política se conoce como Los Republicanos.

Al año siguiente Chirac fue elegido alcalde de París, comenzando una carrera municipal que se prolongó por 18 años.

Después de casi dos décadas de investigaciones, Chirac fue condenado a dos años de prisión suspendida en 2011 por canalizar dinero público en empleos fantasmas para aliados políticos durante su periodo como edil entre 1977 y 1995. Aunque finalmente fue declarado culpable, Chirac fue excusado de asistir al juicio debido a sus problemas de memoria.

Sin embargo, seguramente sus partidarios preferirán recordarlo por las victorias en los comicios presidenciales de 1995 y especialmente de 2002, cuando fue reelecto tras una batalla tenaz con el ultraderechista Jean-Marie Le Pen.

En esa elección logró una victoria aplastante, aunque esta se debió más a un voto de rechazo a Le Pen que a un apoyo a su candidatura.

Durante una de sus últimas apariciones públicas a mediados de 2011, Chirac provocó impacto cuando anunció que votaría en las elecciones presidenciales del año siguiente por el socialista Francois Hollande en lugar de por Sarkozy, por el que tenía una reconocida aversión.

Reporte de Brian Love. Editado en español por Rodrigo Charme