«Sí, se puede», dice Macri a Argentina antes de elecciones. No es tan probable, dice el resto

El presidente argentino, Mauricio Macri, sostiene un cartel junto a la primera dama, Juliana Awada, durante un mitín de campaña en Buenos Aires. 28 de septiembre de 2019. REUTERS/Agustín Marcarian.

BUENOS AIRES, 30 sep (Reuters) – El asediado presidente de Argentina, Mauricio Macri, salió a la calle el sábado con un mensaje desafiante, “Sí, se puede”, destinado a una multitud de seguidores en Buenos Aires mientras busca relanzar su candidatura para la elección presidencial general del próximo 27 de octubre.

Bajo un sol primaveral, decenas de miles de personas que ondeaban banderas argentinas y carteles con lemas que decían “Vote por Macri” y “Juntos podemos hacerlo” se congregaron en la capital con el líder de centroderecha, ampliamente relegado luego de la sorprendente diferencia que le sacó el opositor Alberto Fernández en la elección primaria de agosto pasado.

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“Están esperando que les diga que se puede dar vuelta esta elección, claro que se puede”, dijo Macri a sus simpatizantes reunidos en la primera de las 30 marchas que el candidato tiene planificadas en su campaña “#SíSePuede” antes de la votación presidencial de octubre.

Sin embargo, las probabilidades están en su contra. En las elecciones primarias de agosto Macri finalizó segundo con 16 puntos menos que Fernández y los encuestadores lo mantienen muy detrás de su rival de la centroizquierda peronista, que podría lograr una contundente victoria.

“La posibilidad de que Macri regrese y gane es tan pequeña que nadie está hablando de eso”, dijo Guido chamorro, gerente de carteras de Pictet Asset Management en Londres.

“Hemos tenido muchas sorpresas con las elecciones, pero esa sería la mayor sorpresa del año para los mercados emergentes”, añadió.

La lectura de las elecciones es clave, dado que los socios comerciales mundiales y los inversores se posicionan para hacer frente a la posible agitación política en la tercera economía de América Latina, un exportador clave de granos que está haciendo malabares con sus obligaciones de deuda, incluida la contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El impactante resultado en las primarias, un buen barómetro del probable desenlace de la elección de finales de octubre, volcó lo que muchos habían visto como una carrera electoral cerrada. Los mercados argentinos afrontaron importantes perdidas un día después de los comicios del 11 de agosto en medio de los temores por el futuro del panorama político y económico local.

Debido al derrumbe en los mercados argentinos, Macri se vio obligado a implementar medidas, incluidos controles de cambio para proteger al peso, y anunciar planes para renegociar las deudas del país sudamericano, políticas que muchos consideraron como un reconocimiento del final de la carrera electoral de Macri.

“Estas medidas ya fueron anticipadas para ser adoptadas por una eventual gestión de Fernández”, dijo una fuente familiarizada con la toma de decisiones del banco central.

Un portavoz presidencial reiteró que Macri está compitiendo en la elección presidencial para ganar. “No solo más de 100.000 personas acompañaron al presidente Macri en este inicio de la campaña, sino que demostramos que estamos más unidos que nunca y vamos a ganar las elecciones”, dijo a Reuters.

REVIRTIENDO RESULTADOS
En plena recesión y con una inflación superior al 50% y la pobreza en aumento, la apuesta de Macri para ser reelecto nunca fue fácil.

Pero en un país donde hubo cinco presidentes en dos semanas, los analistas políticos advirtieron que la regla número uno en la política es que todo es posible.

“No descartaría al 100% la posibilidad de que haya un desarrollo inesperado y que Macri pase a una segunda vuelta”, dijo Megan Cook, experta en riesgo político y regulatorio con sede en Buenos Aires para el grupo asesor Cefeidas.

“Pero creo que es increíblemente improbable”, subrayó.

Si Alberto Fernández obtiene 45% de los votos o más del 40% con una diferencia de 10 puntos sobre Macri, ganaría directamente en primera vuelta, sin necesidad de un balotaje. Con los datos finales de los comicios de agosto, todo evidencia que este sería el panorama.

Sin embargo, hay margen para la duda, según algunos analistas. E incluso un desempeño más positivo podría tener un impacto, ayudando a dar a la coalición de Macri más voz en el Congreso incluso si pierde.

Hay alrededor de 385.000 votos de argentinos que viven en el extranjero, los cuales no han participado de la elección primaria. Algunos partidarios pueden haberse saltado estos comicios, mientras que otros podrían cambiar su voto a Macri desde otros candidatos con menos posibilidades de vencer.

Tampoco es la primera vez que Macri se encuentra en una situación semejante. En 2015, el actual mandatario perdió en las elecciones primarias por una diferencia de 8 puntos, acortando esa brecha en la elección general y triunfando en el balotaje.

Algunos votantes de Macri, como Guillermo Eugenio Bansas, de 65 años, tampoco está preparado para aceptar una derrota.

“Yo creo que se da vuelta. Mirá esto. Es un día precioso, podríamos estar en cualquier otro lado, pero estamos acá”, dijo Bansas a Reuters en la marcha del sábado.

Los partidarios de Macri añadieron que la reciente crisis económica podría incrementar los temores sobre posibles políticas intervencionistas bajo un Gobierno de Fernández y su compañera de fórmula, la expresidenta de centroizquierda Cristina Fernández de Kirchner. Ambos candidatos no tienen relación familiar.

El congresista Eduardo Amadeo, miembro del partido de Macri, dijo que las preocupaciones sobre los “peligros” del kirchnerismo, en alusión a las políticas implementadas durante las presidencias de Cristina Fernández y su difunto esposo Néstor Kirchner, jugarían a favor de Macri.

“La marcha que inicia el presidente ahora va a poner tanto énfasis en estos aspectos, en el aspecto de los valores de la gente, y creemos que esto va a ser positivo al momento de votar”, afirmó Amadeo.

Reporte de Cassandra Garrison, reporte adicional de Nicolás Misculin, Horacio Soria y Claudia Gaillard en Buenos aires y Marc Jones en Londres, traducido por Hernán Nessi, Editado en español por Juana Casas