Joven tecnócrata toma riendas de economía del Perú

El presidente de Perú, Martín Vizcarra, junto con la nueva ministra de Economía, Maria Antonieta Alva, durante la ceremonia de juramento del cargo en el Palacio de Gobierno, en Lima, Octubre 3, 2019. REUTERS/Guadalupe Pardo

LIMA, 3 oct (Reuters) – Tiene 34 años y ahora maneja una economía de 230.000 millones de dólares, una de las más estables de América Latina pero que navega por agitadas aguas políticas.

María Antonieta Alva se convirtió el jueves en la ministra de Economía del presidente peruano Martín Vizcarra, quien se encamina a superar una crisis tras cerrar el Congreso luego de una larga pugna de poderes que dice no le deja gobernar.

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No es la primera mujer al mando de Economía. Pero para los que la conocen, Alva es parte de una nueva generación de economistas en Perú que buscará inyectar una buena dosis de preocupación social a las políticas económicas de libre mercado que han estado vigente desde hace casi tres décadas.

“Ella sería menos derechista que la mayoría de los ministros de Economía que hemos visto en los últimos años”, dijo a Reuters su profesor en la Universidad de Harvard, Steven Levitsky.

Más conocida como “Toni”, Alva tendrá como mayor reto impulsar la actividad del país minero que se ha desacelerado en los últimos años, en medio de escándalos de corrupción que han frenado grandes proyectos y los efectos de un guerra comercial entre sus mayores socios comerciales, China y Estados Unidos.

Alva, economista de la peruana Universidad del Pacífico y con maestría en administración pública de la Universidad de Harvard, es considerada como una prometedora funcionaria. Pese a su juventud ha ocupado varios cargos en sus 10 años en el sector público local.

Antes de ser designada como ministra de Economía en reemplazo de Carlos Oliva, Alva fue directora general de Presupuesto Público de la misma cartera y antes fue jefa de la unidad de planificación y presupuesto del Ministerio de Educación. También fue asesora en el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social.

Un empleado del Ministerio de Economía y Finanzas de Perú, que habló bajo condición de anonimato, dijo que Alva es una trabajadora “superactiva”, que le gusta resolver rápido pero a la vez muy cuidadosa con el ritmo que impone la burocracia.

“Eso a veces ha hecho disgustar a algunas autoridades regionales, que no entienden que se debe manejar con mucho celo el dinero del Estado”, dijo el empleado a Reuters.

La caída de la inversión pública es una de las razones de la desaceleración de la economía. Algunos funcionarios caminan con pies de plomo a la hora de aprobar trámites burocráticos para no caer en alguna falta involuntaria administrativa.

Levitsky dice que Alva siempre quiso ser una tecnócrata con olfato político, que respondiera “más a la gente” y no solamente como los técnicos de fines del siglo pasado que pensaban que todo se soluciona con reformas económicas.

“El mundo sabe que no es suficiente reformas de mercado, que democracia es más que eso. Pero parece que la clase tecnócrata peruana todavía no se da cuenta. Toni quería cambiar eso. Toni quería ser parte de una generación que gobierne mejor”, afirmó.

En un video académico y promocional de la universidad difundido en el 2015, Alva alienta a su generación.

“Trabajar en el sector público es desafiante y muchas veces puede ser frustrante pero siempre hay que estar motivado y la forma de hacerlo es darte cuenta que tu trabajo puede mejorar la vida de muchas personas”, afirmaba Alva en el video.

“En la universidad aprendí que las desigualdades tienen causas y porque tienen causas pueden cambiarse”, dijo.