Más allá de la indignación

Un mejor congreso. Propuestas de diseño institucional y de elección

Darwin Urquizo

Sin estar a favor de lo que hizo el presidente #Vizcarra, es difícil que este último #Congreso haya representado a alguien en verdad. Pero, para pasar a ser más propositivos, considero que es necesario plantear algunas reformas en el diseño institucional y forma de elección para que no volvamos a tener un parlamento de este nivel, porque, si se mantienen las cosas como están y solo nos contentamos con la indignación, nada impide que el siguiente Congreso o el que vendrá de acá 5, 10 o 15 años sea igual o peor. Si no reformamos algunas cosas muy básicas, existe una gran probabilidad de que la historia y el hartazgo contra el parlamento se repitan.

Empecemos con la premisa de que este Congreso era percibido por la ciudadanía como uno en que una mayoría controlada por un solo partido político era obstruccionista y abusiva. Para que esto no vuelva a suceder es necesario que, a mi criterio, se hagan mínimo dos reformas:

1) SENADO. – Es cierto que es impopular, pero la existencia de un Senado hace que entre las cámaras del Congreso se controlen entre sí. Esto, inclusive tiene fundamento histórico: En el transcurso de la Revolución Francesa, se vio cuan tiránico puede ser una mayoría parlamentaria en una sola cámara. La Asamblea Nacional controlada por Robespierre fue atroz y sangrienta. Esto dejó una lección al mundo y es la necesidad de una segunda cámara para que existe un autocontrol en el Congreso. Chirinos Soto dice sobre esto “El régimen de Cámara Única conlleva al peligro de la dictadura o el despotismo de asamblea. Esa es la verdadera razón que justifica la existencia del Senado, el cual, de alguna manera equilibra el peso de la Cámara de Diputados. Ejemplo sobresaliente de despotismo de asamblea es la Convención Nacional, durante la Revolución Francesa”.

En un sistema bicameral, para poder destituir o vacar al Presidente de la República, tendría que pasar por una acusación que hace la cámara de diputados y la aprobación por parte del Senado; Los altos funcionarios, como los miembros del Tribunal Constitucional, ya no serían nombrados por la cámara política, sino por el Senado que es la cámara reflexiva y de supervisión.

Además de lo dicho, el Senado ayuda a mejorar la representación en el Congreso, pues la forma de elección y su composición es diferente a la de la cámara de diputados. El Congreso como el del Perú, que es unicameral, en realidad es una cámara de diputados que tiene los vicios de esta, pero sin un Senado que lo controle y le de más calidad.

2) RENOVACIÓN POR MITADES DEL CONGRESO. – Los parlamentos en todo el mundo tienen poca aprobación ciudadana. Esto debido a su propia naturaleza de fuero deliberativo. Por eso las formas de renovación del Congreso se hace por mitades o por tercios. En el Perú, en cambio, se elige a todos los congresistas por el mismo tiempo que al Presidente y en el mismo proceso electoral. Lo que se debe hacer es que una mitad del parlamento sea elegido como se hace ahora, es decir, junto a las presidenciales y, la otra mitad de los Congresistas sean elegidos en la mitad del periodo presidencial. Esto haría que tengamos elecciones parlamentarias cada 2.5 años. Además, como ahora está prohibido la reelección, la renovación por mitades coadyuvaría a evitar el peligro de que todo el Congreso esté conformado por novatos. Al respecto, Tuesta señala que: “si un presidente no obtuvo la mayoría en su elección y está realizando un buen trabajo, la población le pueda otorgar la mayoría parlamentaria a la mitad de su gestión; o también se la puede quitar en caso de no estar cumpliendo con las expectativas. Aquello no solo ayudaría a renovar el Congreso constantemente y evitar crisis que duran casi cinco años como la actual, sino que fomentaría que los partidos políticos se encuentren en constante renovación e interacción con los ciudadanos; porque, cada dos años y medio, tendrían que elegir 65 candidatos al Congreso en diferentes regiones y no 130 cada cinco años, como en la actualidad”.
Ahora, estas reformas obviamente tienen que ser acompañadas de la consolidación del sistema de partidos que, espero, el Congreso que viene lo tenga como agenda prioritaria.