Acreedores de Argentina se alistan para un tango de 100.000 mln dlr

El candidato presidencial de Argentina Alberto Fernández y su compañera de fórmula, la expresidenta Cristina Fernández, se abrazan durante un acto de cierre de campaña en Mar del Plata, Argentina 24 de octubre, 2019. REUTERS/Agustin Marcarian

LONDRES/NUEVA YORK/BUENOS AIRES, 25 oct (Reuters) – En un restaurante de carne asada de Washington, los inversores se apiñaron este mes alrededor de una mesa para oír a un asesor clave del candidato favorito para las elecciones de Argentina, que lucha por evitar otro incumplimiento de pagos de la deuda.

Guillermo Nielsen, asesor económico del opositor peronista Alberto Fernández, dijo en broma ante alrededor de 20 banqueros, especialistas en deuda y gerentes de fondos que estaban en la cena, que su corte de carne estadounidense estaba delicioso.

Pero advirtió que la economía argentina no estaba tan bien.

Fernández es el favorito para ganar los comicios del domingo en la tercera mayor economía latinoamericana, donde un derrumbe del mercado drenó reservas y aumentó los costos de financiamiento del país.

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Si todo sale como pronostican las encuestas, una vez que se termine la votación se prevé que comiencen duras negociaciones por unos 100.000 millones de dólares en deuda soberana que se tornaron demasiado caros para el país.

“El tono subyacente en la cena fue muy negativo”, dijo un gerente de fondos que participó y habló bajo condición de anonimato.

“(Nielsen) dijo que económicamente, las cosas lucían muy mal, que las reservas internacionales no alcanzarán para mucho, y que las reservas netas se acabarían en cuatro o cinco meses”, dijo el gerente de fondos.

Nielsen no respondió a las preguntas de Reuters sobre el encuentro enviadas por correo electrónico.

Con una inflación superior al 50% y el peso en caída libre, se prevé que los votantes le den la espalda a Mauricio Macri, un mandatario con una visión favorable a los mercados a quien muchos acusan por el aumento de la pobreza.

Como saben poco de Fernández, apoyado inesperadamente por los peronistas de izquierda, los inversores se enfocan en cómo puede cuadrar una reducción de la carga de deuda y al mismo tiempo lograr inversiones para reactivar el crecimiento y reducir la pobreza.

Fernández ha dicho que si resulta electo, tratará de evitar pérdidas para los acreedores con una reestructuración “a la uruguaya”, una renegociación voluntaria de la deuda que hizo el vecino de Argentina en 2003, ampliamente vista como un modelo positivo.

Reuters habló con más de una decena de gerentes de fondos globales, inversores y especialistas en deuda morosa que tienen intereses en Argentina y expresaron temores de fuertes pérdidas e incertidumbre.

“(Fernández) está hablando de obtener más aire en lo fiscal, aumentar salarios, aumentar el gasto en pensiones. Simplemente, no es compatible”, dijo Edwin Gutierrez, jefe de deuda soberana de mercados emergentes de Aberdeen Standard Investments, con sede en Londres.

Todas las miradas están sobre la composición del equipo económico de Fernández. Los inversores dijeron que si bien no está claramente definido, hay algunos nombres que se discuten.

Dos fuentes que participaron en los encuentros recientes, incluyendo un inversor de Wall Street, identificaron a Martín Redrado, Matías Kulfas y Cecilia Todesca -que ya son miembros del equipo económico de Fernández- como posibles candidatos a dirigir el Ministerio de Hacienda.

Un portavoz de Fernández no respondió a un pedido de comentarios. Redrado y Kulfas no respondieron a pedidos de comentarios, y Reuters no pudo contactar a Todesca.

Varios banqueros dijeron que Redrado, un expresidente del banco central, era el favorito de Wall Street, y que Nielsen parecía más probable que asumiera un papel en el pujante sector energético argentino.

La proximidad de Nielsen con Fernández enciende una luz roja para algunos acreedores, debido a la dura estrategia que asumió el exnegociador de la deuda en el default de 2001-2002.

Nielsen desarrolló una reputación entre los tenedores de bonos por su poca paciencia, y en una ocasión dio por terminado un encuentro a solo 15 minutos de haber empezado, incluso a pesar de que los acreedores habían viajado en avión sólo para asistir.

“El mercado está aterrorizado con Nielsen y muy cómodo con Redrado”, dijo Carlos Abadi, director gerente de la firma de asesoramiento financiero DecisionBoundaries.

Gutiérrez, de Aberdeen, dijo que había oído los mismos nombres pero agregó: “es como un equipo de fútbol, sabes quien está en la lista pero no en qué posiciones van a jugar”.

Abadi y una de las personas que participaron en los encuentros agregaron que Fernández probablemente mantendría parte de la experiencia en el banco central, ahora dirigido por Guido Sandleris, quien estudió en la Escuela de Economía de Londres y tiene un doctorado de la Universidad de Columbia.

“Preveo que al menos dos de los tres funcionarios principales seguirán en el banco (central), si no todos”, dijo Abadi.

Varios inversores dijeron que el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha prestado 43.900 millones de dólares a Argentina de una línea de crédito total de 57.000 millones concedida el año pasado, estaba presionando a otros para que asumieran pérdidas.

“Ahora estamos oyendo que dicen que podría tener que haber grandes quitas del principal” de la deuda, dijo un inversor de un fondo de cobertura grande, agregando que el mensaje del FMI era “vamos a jugar duro”.

Un portavoz del FMI dijo que ni Trevor Alleyne, representante del Fondo en Argentina, ni ningún otro funcionario consideró una quita de la deuda la semana pasada durante conversaciones con inversores.

Públicamente, el FMI ha dicho que evaluará su relación con Argentina una vez que tenga claridad sobre la sustentabilidad de la deuda bajo las políticas del próximo gobierno.

Y está reteniendo la aprobación de un tramo de 5.400 millones de dólares de fondos bajo el programa existente.

Los inversores no esperan que el FMI reanude una relación normal con Argentina, a menos que haya señales claras de que el país no abandonará totalmente las reformas financieras.

“La cooperación solo tendrá lugar si el plan macroeconómico garantiza que la deuda eventualmente vuelva a un sendero sustentable con una alta probabilidad en su evaluación”, dijo el inversor de Wall Street, agregando que era probable una reestructuración mayor.

Reuters reportó exclusivamente el jueves que un grupo de los mayores tenedores de bonos de Argentina había comenzado a formar un “comité de acreedores” para evitar una pérdida dolorosa de la deuda, y están dispuestos a mantener un “diálogo constructivo” con el nuevo gobierno.

“La gente reconoce que probablemente es momento de organizarse y parece haber una aceptación para trabajar juntos”, dijo la persona del fondo de capital de riesgo, agregando que era importante asegurar que “no nos obliguen a nada”.

Alberto Bernal, jefe de mercados emergentes y de estrategia global de XP Investments, con sede en Miami, dijo que la postura más dura del FMI era lo que alentaba a los tenedores de bonos a organizarse.

“Hay un interés muy fuerte entre los tenedores de bonos para agruparse y tener una conversación porque hay que organizarse, porque el FMI parece estar poniéndose muy duro”, dijo.

Sin embargo, algunos inversores creen que Fernández y su equipo no querrán repetir las batallas del pasado en la reestructuración de la deuda.

Robert Koenigsberger, director gerente y presidente de inversiones del fondo Gramercy, quien tuvo un papel en las conversaciones entre los acreedores y Argentina en 2009, dijo que Fernández parecía más moderado que otros peronistas.

“Creo que nadie del lado de Alberto Fernández piensa que tener una batalla larga con los acreedores será una estrategia exitosa”, dijo.

Además, sostuvo que Argentina tenía un problema de liquidez, más que un problema más serio de solvencia, y que la economía, que históricamente sufre auges y depresiones, volvería a repuntar.

“El mercado tiene esta especie de tango de festín o de hambruna con Argentina, que viene desde hace muchos años”, dijo. “Parece que estamos en la fase de hambruna del ciclo y ese es el momento donde normalmente tiene más sentido invertir”.