El proyecto del tren bioceánico, ideado para conectar los puertos de Santos (Brasil) e Ilo (Perú) a través de Bolivia, se encuentra parado desde la asunción del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y la dimisión del boliviano Evo Morales, afirmó el ministro de Transportes, Edmer Trujillo.
«El proyecto está en ‘stand-by’ para ver cómo se recomponen las situaciones políticas y ver cómo avanza», dijo Trujillo a la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú (APEP).
El ministro sostuvo que «Bolivia tiene dificultades políticas» y «en Brasil hay una mirada política distinta”, dijo.
El estudio peruano considera un recorrido desde Bolivia por Desaguadero para llegar a Ilo.
Con 3.800 kilómetros de longitud, el Corredor Ferroviario Biocéanico supone una inversión de no menos de 10.000 millones de dólares.
El ministro de Transportes reconoció que, según los estudios de su gobierno, el tren solo es rentable si tiene carga brasileña. «Necesitamos carga brasileña para que el proyecto sea viable», dijo.
Hasta ahora lo único que existe son estudios realizados de manera independiente por cada país.