El gran reto para los gobiernos locales: ¿Únicamente la distribución de Canasta Básica Familiar?

El Poder Ejecutivo emitió el DU N° 033-2020 con la finalidad de reducir el impacto económico a consecuencia del estado de emergencia nacional por el COVID-19, entre otras medidas, autoriza a las municipalidades la adquisición y distribución de productos de primera necesidad de la Canasta Básica Familiar.

Tenemos en total 1,874 municipalidades entre provinciales y distritales a nivel de todo el país, definitivamente se constituye en un gran reto para este nivel de gobierno; aquel encargo va en la línea del Programa de Vaso de Leche; sin embargo, si bien las municipalidades están ejecutando alrededor del 97% de su presupuesto por este concepto, su nivel de filtración[1] alcanza el 59.6%, es decir seis de cada diez beneficiarios NO SON POBRES y en varios departamentos esta filtración supera el 75%, Lima entre ellos, menudo problema de gestión y transparencia en estos gobiernos locales.

Por otro lado, está el alto incumplimiento de estos gobiernos locales en las metas establecidas en el Programa de Incentivos a la Mejora de la Gestión Municipal, que entre sus objetivos están la reducción de la desnutrición crónica infantil, la mejora en la ejecución de proyectos de inversión pública, entre otros de similar importancia.

Este programa clasifica a los gobiernos locales, aquí nos ocuparemos de los grupos de Municipalidades de ciudades no principales: a) con 500 o más viviendas urbanas y b) con menos de 500 viviendas urbanas, aquí están las rurales; ambos grupos suman 1,624 municipalidades, es decir el 86.7% del total. Justamente la evaluación del cumplimiento de este programa para el año 2018[2] (en la suma de estos dos grupos) muestra el otro pasivo institucional, apenas el 9.4% de estas municipalidades alcanzaron todas las metas que les planteó el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) a través del programa en mención, al otro extremo el 20.7% de estas municipalidades que incumplieron con todas las metas que les propusieron para ese año; como dato adicional, en estas dos categorías de municipalidades, ningún gobierno local de los departamentos de Piura, Tumbes y Ucayali cumplió con todas las metas planteadas para ese año. Este dato, sumado con el grado de filtración del Programa de Vaso de Leche, cuestionan abiertamente la calidad de gestión y transparencia de una proporción importante de los gobiernos locales y su capacidad para estar a la altura de la urgencia y emergencia de atención de los millones de ciudadanos peruanos que padecen las dramáticas consecuencias de esta cuarentena y como ya dijimos, el coronavirus se constituye en el gran auditor que está poniendo en evidencia nuestra pobreza institucional, de gestión y liderazgo político en el país.

En este escenario, resulta urgente la implementación de medidas complementarias, entre ellas recomiendo: a) en el momento de entrega de la Canasta de Alimentos Básica, se debe evaluar a la familia e identificar a posibles infectados con el COVID-19 y proceder a su inmediato aislamiento en estricta coordinación con el personal del Establecimiento de Salud de la zona; b) la activación de un Comité de Vigilancia Ciudadana que contribuya en la transparencia de la adquisición, asignación y distribución de los bienes; c) la generación de informes que sistematicen las dificultades encontradas en este proceso; d) deben estar atentos a la absolución de cualquier consulta sobre estos procedimientos el MEF y las oficinas de la Contraloría General de la República (este en su rol de control simultáneo y el concurrente).

[1] COMEXPERU. Semanario 862-Actualidad, del 19 al 25 septiembre 2016. Pg. 03.
[2] RD Nº 0012-2019-EF/50.01. Aprueban resultados de evaluación del cumplimiento de metas del Programa de Incentivos a la Mejora de la Gestión Municipal establecidas al 31 de diciembre del 2018.