El virus de la incompetencia

Algunos peruanos hemos cumplido 30 días de emergencia y las luces que vemos al final de túnel corresponden más al incendio que al amanecer. Comprendemos a quienes con su puntual remuneración en sus cuentas aplaudan todas las noches a las ocho y habida cuenta que no tenemos cuenta, vamos a forzar un poco el entendimiento de la reposada burocracia vizcarralover.

NO HAY RESPIRADORES NI LOS VAN A HABER. Esto porque el Ministro de Salud y el INS exigen certificaciones ISO 9 mil millones para que se fabriquen masivamente. No sólo la Armada Peruana, ingenieros en diversas provincias han desarrollado respiradores idóneos para atender la emergencia. 

Probadamente los hay en Cajamarca, en Piura, en Trujillo; pero el gobierno no autoriza su fabricación masiva, que es lo que la urgencia aconseja. No se trata de fabricar la estación aeroespacial. 

Fabricar un ventilador para un ingeniero peruano es tan simple como redactar una adenda para un viceministro de Hacienda. 

¿Por qué la burocracia no libera la fabricación de estos indispensables equipos? 

Por lo de siempre. 

Calculan que habrá un mañana cuando la plata pueda gastarse con mejores frutos.

NO HAY PRUEBAS NI VAN A HABER. Acabamos de consumir las pruebas que nos regalaron. Las que compramos todavía no salen de puerto. Las rápidas no sirven y las moleculares vienen con truco. 

El sistema de logística del Estado, tan hábil para las adendas, prueba en esta compra su ineptitud. 

Empresas privadas que necesitan prestar el servicio de descarte para sus clientes, en particular en los sectores Minería y Agricultura, no consiguen el permiso del INS. En el ejercicio de su mediocridad proclaman que los únicos que no pueden hacer pruebas son los del gobierno.

237 MEDICOS INFECTADOS. Todos los años para el 7 de junio, recordamos a Bolognesi prestándole plata al Estado peruano para poder comprar uniformes, armas y municiones a los soldados que defendieron Arica. 

160 años después, el gobierno ordena prestar el servicio y no provee del indispensable equipo de protección para los soldados de la primera línea de combate. En términos de infectados por millón ya tenemos el récord de médicos contagiados por la temeridad de auxiliar a las personas en las calamitosas condiciones que el Estado mantiene el sistema de Salud Pública. 

La palabra del Colegio Médico no es escuchada, el dirigente de los enfermeros fue detenido por denunciar la desprotección, allí donde un médico denuncia la corrupción es destituido.

NO HAY AGUA, NO HAY ALCOHOL, NO HAY JABON, 
NO HAY MASCARILLAS.

El lavado de manos es el privilegio de quienes tienen conexión domiciliaria. Los otros, que son muchos, están condenados al contagio. Esto no lo van a resolver en medio de la crisis, porque cuando debieron pensar en estas comunidades los gobernantes andaban entretenidos bailando lambada.

¿Cuánto le toma a Cartavio, Casagrande, Tumán, anegar con alcohol sanitario el territorio nacional? 

Si el gobierno puede pagar puntualita la planilla de la burocracia, bien puede disponer que todas las azucareras cubran esta emergencia.

La fabricación de jabón es el libro Coquito de la química en todas las universidades. Un jabón sin perfume, sin color, sin marca; basta con que haga espuma. Seguramente no es una solución para grandes titulares, pero hasta hoy el jabón sigue siendo el parachoques contra el virus.

Mascarillas en la otra esquina. Puede usted visitar farmacias de hospitales, de las multicadenas, puede pedirlas por delivery y la respuesta será pareja: No hay. 

Tenemos en Chincha una fábrica que puede echarse al hombro esta faena, pero el gobierno prefiere comprarlas en China. 

Si Vizcarra cuelga una orden de compra en cada esquina de Gamarra, en 48 horas tendrá mascarillas para toda la población.

Si queremos convertir la prisión domiciliaria en cuarentena sanitaria provechosa, los peruanos debemos exigir la inmediata distribución universal de una canasta sanitaria con alcohol, jabón y mascarillas.

EL TRIAJE DEL GUACHIMAN. Hemos visto a una persona morir porque el guachimán le negó el ingreso al centro médico. Quienes padecemos Essalud tenemos evidencia que esta tragedia no es un accidente y que la desatención es la norma en el sistema de salud pública. Desgraciadamente, la mediocridad burocrática se impuso en los servicios de salud. Esta es la hora para que los profesionales de la Salud rompan con las políticas de indiferencia y recojan el clamor de la población para construir la verdadera alianza contra la pandemia.

SOLO LA CIENCIA. Otra vez la ciencia. Un equipo de aguerridos médicos italianos ha realizado las únicas autopsias en cadáveres infectados. Los resultados son la guía al tratamiento idóneo. Las autopsias concluyen que la primera estación del virus es la trombosis, un resultado que en opinión de los científicos simplificará el tratamiento y reducirá las muertes. Si el gobierno no quiere conocer o divulgar estas alternativas, corresponde a la Comunidad Científica informar al país.