El valor de la observación y de la estadística

El mundo está pendiente de un hilo por el Coronavirus y sus efectos en la vida y la economía de los países, también pendiente de las observaciones, los números, de la estadística. Número de países afectados (más de 200), pobladores infectados (2,3 millones), muertes (160 mil), son sumatorias dramáticas de múltiples observaciones, que sustentan la estadística de este drama mundial. Los datos ayudan también a presentar tasas (generalmente por 100 mil habitantes para su comparabilidad entre países), curvas, modelos, proyecciones, mapas (tan importantes en la geolocalización de las observaciones). Estamos inmersos en los efectos de la enfermedad y en la estadística, gran soporte en esta guerra por la salud mundial. Como señala un viejo texto, la estadística es la práctica de “torturar a los números para que confiesen”, en la convicción de que “cierto” significa poco más que “altamente probable”. La estadística, rama de la matemática aplicada, es la mejor herramienta para tomar decisiones correctas, en  momentos de incertidumbre, es decir, casi siempre.[1]

En Londres-Inglaterra, en la gran epidemia del cólera del año 1854, el epidemiólogo británico, John Snow, con sus observaciones pudo detectar, contra la opinión de muchos analistas, que la fuente de contaminación del cólera venía del agua que consumían los hogares. La población de la localidad, distrito de Soko en Londres, donde se dio el brote de la epidemia, estaba muy cercana a una fuente de agua contaminada, que consumía la población, allí se disparó el número de casos y muertes por la enfermedad, sus observaciones, y la estadística derivada y geolocalizada, fundamentaron su propósito de demostrar que el cólera se trasmitía por un medio acuoso. Se cerró el caño de esa fuente de agua y la epidemia cesó.  Más tarde, en 1885,  el alemán Robert Koch, encontró la bacteria “Vibro choleare” como la causa de la enfermedad, descubrimiento que revolucionó la construcción de las redes de suministro de agua en las principales urbes del mundo, en la búsqueda de salubridad. De acá hacia adelante, los sistemas de salud y el abastecimiento de agua serán prioridad para la inversión pública, privada, y para el bienestar de la población.

En la pandemia del COVID 19, múltiples observaciones de los científicos, que han derivado en estadística y conocimiento, ha permitido afirmar que los contagios se producen por las partículas que expelen las personas con el virus, a través de la tos, el estornudo, incluso la conversación, ya que también, múltiples observaciones, señalan que hay portadores del virus que no experimentan síntomas de la enfermedad, a su paso van contagiando sin percatarse del daño. Si inicialmente se consideraba que las mascarillas eran sólo para los enfermos, ahora son un bien indispensable para cuidar a la población, ante el virus. Cuán importantes las observaciones que derivan en estadísticas.

De igual manera para conocer el impacto del COVID 19 entre países del mundo hay que construir tasas por 100 mil habitantes, y tener datos comparables, para lo cual se requiere conocer el tamaño de la población. En el 2020, la población mundial asciende a 7,750 millones habitantes, en el Perú, 32,6 millones de habitantes, cifras actualizadas en base a los resultados del Censo 2017, y otras fuentes.

Las tasas de infectados por el COVID 19, señalan que en el mundo 40 personas de cada cien mil habitantes han contraído la enfermedad. De los 50 países más afectados, Serbia registra 909 contagios por cada cien mil pobladores, España 405, Suiza 315, Bélgica 313, Italia 286, ocupan los cinco primeros lugares. El Perú ocupa el puesto 32, con 41 infectados por cien mil habitantes. Las tasas de muertes por el COVID 19, señalan que en el mundo se registran 2,8 muertes por cien mil habitantes. Bélgica registra 45 muertes, seguido de España 42, Italia 38, Francia 29, Reino Unido 22 muertes, ocupan los cinco primeros lugares. En esta lista el Perú ocupa el puesto 28 con una muerte por cien mil. Lo más importante, los recuperados en el Perú llegan a cerca del 50% de los afectados, cifra bastante destacable en el mundo. A nivel de tasas, en el mundo se registran 10 recuperados por cien mil habitantes, Suiza registra la tasa más alta de recuperados con 191 por cien mil, sigue España 159, Austria 109, Alemania 100, Serbia 185. El Perú, sorprende al ocupar el puesto 14 con una tasa de recuperados de 20 por cien mil habitantes. Por ello, los datos no deben analizarse únicamente en valores absolutos, donde los Estados Unidos con 707 mil contagiados es el país con mayor número de afectados, sin embargo, comparativamente, su tasa asciende a 213 contagios por cien mil habitantes, puesto ocho de 50 países.[2]

Los números, las estadísticas, permiten construir modelos, proyectar cifras, compararlas, ayudan a la previsión futura, son imprescindibles. No sólo ayudan al diagnóstico del daño y la atención presente, sino especialmente medidas futuras de recuperación. La realidad se exhibe día a día en las estadísticas, las cuales ayudan a gobernar el mundo.

[1] Pere Grima: “La certeza absoluta y otras ficciones. Los secretos de la estadística”. Realización EDITEC, Navarra-España, 2011.
[2] Fuente: Johns Hopkings University al 18 de abril 2020.