
La semana pasada el gobierno publicó el DS 059-2020 el cual “garantiza la disponibilidad de medicamentos” para todos los peruanos. Tengo que decir que ahora ya me siento tranquilo. Ahora sé que el gobierno mediante un ley (una más de las tantas que ha sacado) va a encargase de que los laboratorios puedan importar los insumos necesarios para elaborar las medicinas, éstas sean distribuidas por las droguerías y los distribuidores a las diferentes farmacias del país y finalmente estas últimas las tengan en stock a un precio accesible para todos nosotros. Qué alivio, ahora sí me puedo enfermar tranquilamente.
Una vez más el gobierno, en su incapacidad y ceguera ideológica, le quiere echar la culpa de la escasez de medicinas y la consecuente subida de precios al sector privado. ¿Por qué el estado no tiene medicinas, por qué las compra más caro, por qué se venden en la calle en lugar de los hospitales, por qué tanta corrupción? Todos tienen la culpa menos el gobierno.
¿Se acuerdan de María, la “millonaria”, dueña de una “mansión” en Lince a quien le quieren hacer pagar un Impuesto a las Grandes Fortunas?. Bueno, les cuento que María contrajo el Covid 19. Como no tiene seguro, su pensión no le da para tanto, tuvo que ir a un hospital del MINSA para que la puedan atender. Como todos sabemos, los hospitales están abarrotados de pacientes y no hay doctores para atenderla. Sin embargo tuvo la suerte de encontrarse con un doctor, amigo de Luis, quien luego de examinarla le recetó el medicamento que requería. María, confiando en el DS 059-2020, fue a la farmacia del hospital para comprar el remedio que le recetaron, la “COVIDINA”. Grande fue su sorpresa cuando el Hospital Público, no tenía la medicina que el gobierno garantizaba su disponibilidad. Así que no le quedó más que comprarla en la farmacia frente al hospital donde el genérico se había acabado y solamente quedaba el fármaco de marca.
¿De qué le sirvió a María que el gobierno garantizara la “disponibilidad de medicamentos” cuando ella no encontró el que necesitaba en el hospital del MINSA? De nada.
¿No hubiera sido mejor que el Presidente reuniera en su mesa de Palacio a los dueños de los laboratorios más grandes del país, al dueño del conglomerado de farmacias, al presidente de la asociación de farmacias independientes, a los principales actores de esta industria y trabajado junto con ellos en resolver los cuellos de botella y problemas que están causando la escasez y subida de los precios de las medicinas?. Necesitan más insumos, entonces mandemos aviones de LATAM (que están parados) a traer los insumos. Necesitan mano de obra, hay miles de peruanos que han perdido sus puestos de trabajo. Necesitan distribuir las medicinas al altiplano, llamemos a las empresas de transporte que tienen los camiones parados. Si yo fuera el Presidente, no los dejo salir de Palacio hasta que resuelvan el problema. Eso es lo que se debe hacer en lugar de sacar más leyes y decretos. Pero para hacerlo se necesita liderazgo y decisión, algo de lo que carece el Presidente actual.
¿Es necesaria una ley de control de precios y contra el acaparamiento? Yo creo que sí. Pero necesitamos una ley hecha por inteligentes, no por burócratas. En Estados Unidos, país capitalista por excelencia, el 23 de marzo, el Presidente Trump firmó una Orden Ejecutiva que prohíbe el acaparamiento y la subida de precios de equipos y suministros médicos para tratar y prevenir el coronavirus. (Hasta para eso los rojos en este país son ineficientes y llegan tarde a la cancha).
Muchos libertarios dirán que una ley de control de precios es contraproducente y crea un mercado negro, ya que los precios se pueden ver como la mejor información para determinar la colocación de recursos escasos para los cuales hay múltiples usos. (Thomas Sowell & Walter E. Williams). En otras palabras, si los productores pueden tener más ganancias, entonces habrá más oferta, lo que a la larga bajará los precios hasta que el mercado llegue a un punto de equilibrio. Pero el mercado no es una entidad abstracta, el mercado está formado de personas y a veces las personas necesitan ciertas regulaciones en tiempo de emergencia nacional.
Y María no puede esperar a que el mercado se regule solo, ella necesita su “COVIDINA” ahora, a precios accesibles para poder curarse.
Por ejemplo en Estados Unidos existen leyes específicas de control de precios mediante las cuales un comerciante no puede subir los precios de productos esenciales más de 10% – 25% (dependiendo el Estado) de su último precio. Este control solo se da en tiempos de emergencia nacional declarados por el Presidente y por un lapso de 30 días. Nadie está hablando de controles de precios permanentes que dependan del criterio o falta de éste de un burócrata rojo sentado en un escritorio.
No olvidemos lo que dijo Henry Hazlitt hace más de 70 años “En el mejor de los casos, la consecuencia de fijar un precio máximo a un artículo determinado será provocar su escasez”.
No dejemos que los rojos se aprovechen de la necesidad de la gente y que nos cuenten cuentos chinos, ya que ni en China se creen el cuento del control de precios.