La respuesta está en la pregunta

La encuesta nacional de CIT del 10 al 12 de setiembre hizo esta pregunta: “si mañana fuesen las elecciones, ¿por cuál de los siguientes candidatos a la Presidencia de la República votaría Ud.?”.  

Ante la lista cerrada de candidatos presentada por la encuestadora, la respuesta fue: No sabe/no opina (29.3%), Salvador del Solar (10.7%), George Forsyth (9.3%).   

 La encuesta urbana y rural de Ipsos del 9 y 10 de setiembre hizo la misma pregunta: “¿si mañana fueran las elecciones presidenciales y se presentasen los siguientes candidatos, por quién votaría usted?”.  
 
Ante la lista igualmente cerrada de candidatos, la respuesta fue: Ninguno, no precisa (32%), Forsyth (23%).   

Lo primero que llama la atención es que ambas encuestas coincidan en mostrar que los indecisos son más o menos los mismos -32% en un caso y 29% en el otro- lo que significa que es temprano para opinar.   

Ambas encuestas, sin embargo, pese a haber sido realizadas en los mismos días y a haber fraseado la pregunta de manera casi idéntica, muestran dos resultados diametralmente diferentes para el joven alcalde de La Victoria, que obtiene en una el 23% del voto y en la otra el 9.3%.  

¿Cómo es posible tal cosa?  

Como en todas las encuestas, la respuesta está en la pregunta. O, en este caso, en la lista cerrada que acompañaba a la pregunta. Mientras la encuesta de CIT incluyó a Salvador del Solar en la lista cerrada, la de Ipsos omitió, no por error, mencionar al ex primer ministro.  

Hay que concluir que, ausente el gran Pantaléon de la lista cerrada, sus votos migraron donde el ex arquero de Alianza Lima. En otras palabras, los votantes de George Forsyth y los de Salvador del Solar serían los mismos e intercambiables.  

¿Qué misterioso vaso comunicante hay entonces entre Del Solar y Forsyth que permite a sus votos migrar de uno al otro?  

Hace poco, Del Solar hizo un llamado a constituir lo que llamó un ”espacio de conversación” al que convocó a Forsyth con nombre propio (como también a Julio Guzmán y a Jorge Nieto).  

Si tal vínculo no existe, sin embargo, Forsyth haría bien en aclararlo, porque el ex presidente del Consejo de Ministros del gobierno actual es percibido como el candidato del oficialismo. Y ese virus se contagia. 

Lo cierto, en todo caso, es que no podrán ir ambos a la contienda si su electorado es aproximadamente el mismo y, al parecer, se quitan los votos entre sí.