

Algunas fuentes aseguran que Trump recibió oxígeno el viernes en la Casa Blanca, y el diario ‘The Wall Street Journal’ declaró que “las próximas 48 horas van a ser críticas”
Donald Trump ha tenido todo este tiempo un discurso ambiguo, restándole importancia a la covid-19, el mismo se ha rehusado a usar mascarilla en público, ¿sabía ya desde antes que estaba contagiado? ¿Cuándo realmente dio positivo? ¿Cuál es su estado real de salud?
Hay muchas preguntas que quedan en el aire desde que se supo que Trump y su esposa dieron positivo a una prueba para la covid-19.
La rueda de prensa que dio la Casa Blanca dejó más dudas que certezas, pareciera que no se divulgó el positivo del presidente hasta que éste comenzó a mostrar síntomas, la prueba habría sido tomada 36 horas antes del anuncio que hiciera por Twitter.
“Los signos vitales del presidente en las últimas 24 horas han sido muy preocupantes, y lo que pase en las próximas 48 horas va a ser decisivo desde el punto de vista de su estado de salud. Todavía no estamos en una dirección clara hacia una recuperación plena”, dijo el jefe de gabinete Mark Meadows en declaraciones off-the-record, sin embargo, el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, dijo que había hablado con Trump por teléfono y que “el presidente suena bien y se encuentra bien”.
Al parecer la Casa Blanca nos está dando un ejemplo de cómo no manejar las comunicaciones en tiempos de crisis, enviando mensajes diferentes sobre la salud del presidente, y quienes declaran son fuentes muy cercanas a Trump; con estas actitudes ellos mismo están saboteando la credibilidad que podían tener.
Los médicos que atienden a Trump están lejos de dar señales claras del estado de salud del máximo jefe del Gobierno de EEUU. Sean Conley, el médico de Trump, insistió en que el presidente “está evolucionando muy bien”, tiene “la moral muy alta”, y fue ingresado “con tos moderada y fatiga”.
Pero lo más llamativo fueron las palabras de Conley: “Han pasado 72 horas desde el diagnóstico”. Pero solo habían pasado 35 horas desde que Trump había anunciado en Twitter que él y su esposa, tenían Covid-19. Entonces, ¿ocultó la Casa Blanca que el presidente era positivo durante 36 horas en las que Trump mantuvo su agenda de mítines, viajes en avión, y reuniones a puerta cerrada?
El mismo miércoles por la tarde, Trump voló en su avión oficial al estado de Minnesota -cinco horas en total, entre ida y vuelta-, donde dio un mitin multitudinario. El jueves por la tarde voló desde Washington a su campo de golf en Bedminster, en New Jersey. Allí, dio otro mitin y participó en una mesa redonda en una de las salas del edificio.
Si al presidente de Estados Unidos se le detectó el virus el miércoles al mediodía en vez del jueves a última hora de la noche, violó todas las normas de seguridad.
Solo a la vuelta a Washington, cuando se supo que la colaboradora de Trump Hope Hicks se había sentido mal al volver de Minnesota y estaba enferma con Covid -algo que la Casa Blanca había mantenido en secreto-, se anunció que el presidente iba a someterse a pruebas. Y a la una menos seis minutos de la madrugada del viernes, hora de Washington, Trump declaró en Twitter que tanto él como Melania habían dado positivo.
No es novedad que los países estilen mantener en reserva la salud de los presidentes y Estados Unidos no es la excepción, el punto es que Trump tiene una enfermedad altamente contagiosa por lo que, si la Casa Blanca ocultó que el presidente y su esposa eran positivos, pusieron en peligro la salud de quienes le rodean.
Por ahora, ha trascendido que tres senadores republicanos -Ron Johnson, Mike Lee, y Thom Tills-, el jefe de campaña de Trump -Bill Stepien-, la presidenta del Comité Nacional Republicano -Ronna McDaniel-, tres de sus personas de máxima confianza -Hicks, Kellyanne Conway y el ex gobernador de New Jersey, Chris Christie-, y tres periodistas acreditados en la Casa Blanca han dado positivo. Todos ellos participaron en el acto que se celebró en la residencia oficial del presidente el sábado para presentar a la candidata al Tribunal Supremo, Amy Coney Barrett. En el evento, como es habitual en todos los que participa Trump, prácticamente nadie llevaba mascarilla. Cuando acabó el acto, hubo varias reuniones dentro del edificio.
Los problemas van más allá de los asesores de Trump. Se supo también que Donald Trump y su familia violaron las normas del evento al llegar demasiado tarde como para someterse a las pruebas del Covid. Durante el debate, los Trump fueron las únicas personas que rompieron también con la obligatoriedad de llevar mascarillas puestas. Es más: los organizadores se las ofrecieron, pero las rechazaron. Biden ha dado negativo en las pruebas. Wallace se someterá a un test el lunes. Para Norman Ornstein, investigador del think tank republicano American Enterprise Institute, que estuvo presente en el debate, la falta de medidas de seguridad por parte de Trump y su entorno en el debate “es un comportamiento criminal”.