Somos la mejor oferta

Hace unos meses comenté en Caretas  acerca  del hecho de que era una noticia positiva la postulación de Kamala Davis Harris a la Vice Presidencia en los Estados Unidos de América, por el Partido Demócrata. Es una jurista con experiencia política, ejerció el cargo de Fiscal y fue elegida por el Estado de California como Senadora, que podría cambiar la historia

Hay algo singular en ella además de su capacidad profesionalidad y calidad personal: es hija de migrantes destacados. El padre, un reconocido economista proveniente de Jamaica, en tanto que la madre tiene origen en India y es reconocida como científica.  Dos nacionalidades, que, junto con la cubana y mexicana, así otros de los mal llamados hispanos, tienen influencia en la nueva sociedad estadounidense.

Era necesario que apareciera una estrella en el horizonte, cuando la gran nación estadounidense se encuentra severamente golpeada por la pandemia, una crisis económica y grandes problemas sociales.  Es conocido que la actual administración ha tenido dificultades por aportar por méritos propios. A Donald Trump se le recordará por haberse dedicado a lanzar amenazas a todas las direcciones del Mundo. No consiguió intimidar a ninguno de los gobernantes del mundo, principalmente a los que le llevan larga ventaja en la experiencia del manejo político.

Incluso entró en dificultades con sus antiguos aliados de Europa, y desafió a Latinoamérica proponiendo un candidato cercano a sus intereses al Banco Interamericano de Desarrollo, que rompe los compromisos. Hoy debemos pedir su renuncia.

La señora Harris aparece en el escenario con la oportunidad de un rezo. Es una joven con buena formación profesional y es una figura integradora.  Eso de “América Primero”, que en realidad significaba “Trump Primero”, no ha dado resultado, ni en la pandemia como tampoco en la economía; menos en la paz social. 

Hoy la señora Harris podría representar algo así como “La Gente Americana Adelante”, y propiciar una exitosa reinserción internacional de los Estados Unidos de América, en base a valores y principios comunes a la humanidad. Eso es fundamental para que los intereses de toda índole puedan conciliarse.  Como ha quedado comprobado, hoy no es posible aislarse ni asumir posturas hegemónicas.

Desde hace muchos años, cuando integraba la Misión Permanente del Perú ante las Naciones Unidas, hubo quienes se afanaban en acuñar el término “Las Américas” Nunca se habla de las Europas, ni de las Áfricas, como tampoco de las Asías. Creo que si regresaría esta candidatura que  -teniendo en cuenta la edad del candidato demócrata podría llevar a una mujer a la presidencia de los EEUU-  sería una afirmación de que todos, sin distinción, formamos América que es tan de los nativos, como de quienes se afincaron en este Continente para respetar la democracia y otros valores comunes.

Hoy nos toca reconstruir esa relación entre países americanos, y presentar la mejor oferta para la reinserción de Estados Unidos a un mundo globalizado. Para ello la   Cancillería tiene una tarea urgente.