El país no puede parar

La vacancia del ex presidente Vizcarra por parte del Congreso es constitucional porque reunieron el número de votos necesarios para ello, sin embargo, el poder emana del pueblo y la forma en cómo el Estado legitima sus actos es a través del respaldo popular, hecho que no sucede con la elección del presidente Merino.

Este carece de legitimidad porque no tiene apoyo de la población en su gran mayoría, fue elegido por su región Tumbes con pocos votos y tiene un perfil muy confrontacional, por tanto, la población tiene dos formas democráticas de manifestar su descontento.

Primero a través de las protestas, que deben ser pacíficas y con distanciamiento social, acordándonos que aún estamos en pandemia y evitar el enfrentamiento con la policía y no dañando la propiedad privada.

Segundo a través de su voto, las próximas elecciones del once de abril, en donde las nueve bancadas que forman actualmente el Congreso e impulsaron la vacancia, se han suicidado políticamente con muy pocas opciones frente a las votaciones.

Fuera de ello, el país no puede vivir paralizado frente a la crisis política, de salud y económica, de persistir el descontento social se debe buscar una salida constitucional y legítima en donde el presidente Merino debe dar un paso al costado y el Congreso elegir a un presidente neutral.