
Los precios del cobre alcanzaron ayer su nivel más alto en más de siete años. Los futuros de cobre batían récords ayer quedando en US$ 3.4430 la libra luego de llegar US$ 3.5000 por positivos datos de la manufactura de China, cuya actividad fabril se expandió al ritmo más rápido en más de tres años en noviembre. China consume la mitad del cobre mundial.
El mayor consumo de vehículos eléctricos se traducirá en una aceleración de la demanda de cobre en los próximos años.
Además, el presidente chino, Xi Jinping se ha comprometido en llevar al país a la “neutralidad de carbono” para 2060, mientras el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, promete destinar dos billones de dólares a reducir las emisiones de carbono. La Unión Europea también apunta a un cero neto para 2050. Los objetivos no podrán cumplirse sin los vehículos eléctricos que necesitan de cobre. Se espera que la demanda total de cobre de vehículos eléctricos aumente a casi 1,5 millones de toneladas en 2025 y a 3,3 millones de toneladas para 2030 desde menos de 500 mil este año. Aun así, la demanda de cobre de los vehículos eléctricos representará el 10% de la demanda total en 2030. El sector de la energía renovable podría ver un aumento de la demanda de cobre de alrededor de 650 mil toneladas en 2020 a más de 1,3 millones de toneladas en 2030.
Las expectativas son que la demanda mundial de cobre aumente a más de 26 millones de toneladas en 2025 desde los cerca de 23 millones de toneladas de este año, y gran parte del crecimiento provendrá de las energías renovables y los vehículos eléctricos. En China, el mercado automotriz más grande del mundo, el objetivo es que los vehículos eléctricos representen el 50% de todas las ventas de automóviles nuevos para 2035.
En promedio, un vehículo eléctrico de batería (VEB) contiene aproximadamente 83 kilos de cobre y un vehículo eléctrico híbrido enchufable (PHEV, por sus siglas en inglés) contiene aproximadamente 60 kilos, comparado con un promedio de 23 kilos en un automóvil con motor de combustión interna.