La situación del litio en el Perú (III)

Ya nos hemos referido con anterioridad en esta misma columna al hallazgo de más reservas de litio en el gran yacimiento que había sido descubierto el año 2017[1], en el sur de nuestros Andes, cuyo tamaño se calculaba hasta ahora como el sexto más grande del mundo, con 4.71 millones de toneladas de carbonato de litio. Este proyecto fue bautizado como “Falchani” y se encuentra dentro de la región Puno, que hace frontera con Bolivia. Este descubrimiento, ha puesto al Perú en el mapa de la minería de litio, junto a Argentina, Bolivia y Chile, que forman el denominado “Triángulo de Litio”, países que ya explotan dicho mineral tecnológico en salares, pero el hallazgo peruano se ubica en roca dura, por lo que para ser explotado se necesitará realizar operaciones de minería tradicional: a tajo abierto.

El descubrimiento de Falchani ocurrió cuando la empresa canadiense Plateau Energy Metals exploraba nuevos yacimientos de uranio adicionales al de Macusani, que la misma compañía también tiene en la región Puno, lo que en su conjunto suma 93,000 hectáreas de concesiones. Es así, que el gobierno desea que el gran yacimiento de litio encontrado recientemente, pueda ser procesado e industrializado dentro de nuestro territorio una vez que comience su explotación, ya que como sabemos, el litio es un insumo muy requerido en el mundo sobre todo en materia tecnológica, por su vinculación con la industria eléctrica y energética destinada a elaborar baterías.

En la reserva también se halló uranio, pero debido a su bajo precio, no resulta rentable por el momento, así que no será tocado, sino almacenado para su explotación en una mejor coyuntura. Sumado a eso, sería necesario generar un marco jurídico para regular el manejo y transporte de dicho material altamente reactivo, ya que actualmente este no existe en el Perú, lo que tomará tiempo en concretar.

Aunque debemos tener en cuenta la dura competencia que tendrá nuestro litio, con docenas de proyectos similares que ya existen en Chile, Argentina, Australia, China; además, con el anuncio de que no se trata de litio en forma de salares como mencionamos líneas arriba,  sino el litio dentro de nuestro territorio, se encuentra en forma de roca – lo que le da la importancia a este yacimiento- donde el contenido es de más alto en concentración (un promedio de 2,000 ppm); pero, se  requerirá la implementación de nuevas tecnologías e investigación para su procesamiento metalúrgico, extracción y producción por la asociación mineral uranio-litio en roca, para evitar trabajar a tajo abierto, lo que genera niveles más altos de contaminación.

La expansión del mercado de autos eléctricos ha provocado una creciente demanda del litio empleado en sus baterías. No solo los automóviles son los que requieren este material, sino que también lo necesitan dispositivos como computadoras portátiles, cámaras, tablets o smartphones, entre otros.

Gráfico: Macusani Yellowcake

Mientras que en nuestro país algunos candidatos ponen en la palestra la idea de nacionalizar el proyecto del litio, hace unos días atrás, se dio a conocer que Plateau Energy, matriz de Macusani Yellowcake (PLU), ha cerrado un acuerdo con su connacional Lithium Americas (American Lithium) en la bolsa de valores canadiense.

La operación económica es aparenta ser totalmente legal, en la cual no se ha transferido ningún proyecto, ni mucho menos concesión minera alguna de propiedad de Macusani Yellowcake. Sino, se ha iniciado un “due dilligence”[2] con el objetivo final de ejecutar un intercambio de acciones de PLU y LI, esta última con amplia experiencia técnica y respaldo financiero, que opera yacimientos en Nevada (EE.UU.), y que actualmente se encuentra en proceso de absorber a PLU mediante un intercambio de acciones. Es decir, los proyectos manejados por Macusani Yellowcake no se han transferido como activos a un tercero, sino que tendrán como accionista mayoritario a LI, vía PLU, quien seguirá siendo el accionista principal de Macusani Yellowcake. En otras palabras, Macusani Yellowcake continuará operando con su misma Gerencia y con el mismo accionista Principal.[3]

Esta noticia acontece tres meses después de que el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) pusiera en venta 9 concesiones del proyecto de litio y uranio. Para Ulises Solís, gerente general de Macusani Yellowcake (subsidiaria de Plateau), la mencionada venta de parte de Ingemmet había creado inestabilidad y falta de confianza en las autoridades administrativas peruanas; ya que existe un proceso judicial entre Macusani Yellowcake e Ingemmet, que afecta a un total de 32 concesiones (20% del total).Sin embargo, esto no representa impedimento legal para la realización y validez de operaciones entre empresas privadas de capital extranjero.

La operación entre estas dos empresas de capital canadiense representa un avance muy significativo para el desarrollo del proyecto Falchani, el cual se encuentra temporalmente detenido por el litigio judicial ya mencionado y a consecuencia de las medidas adoptadas en el marco de la emergencia sanitaria por el Covid 19. Sin duda, se retrasan los cálculos realizados por la misma empresa, que señalaba al año 2021 como el de inicio de explotación de estos yacimientos. Empero, con lo acontecido a nivel nacional e internacional, esto se postergaría hasta el 2023.

También trascendió que la empresa analiza la explotación también de sulfato de potasio como subproducto comercializable. Este es un producto minero que sirve como fertilizante para la agricultura y puede extraerse de los yacimientos encontrados en Puno.

En un comunicado, Plateau Energy Metals, casa matriz de Macusani Yellowcake, afirmó que el proyecto Falchani, requerirá una inversión progresiva de US$1,500 millones. En tanto, su adyacente proyecto de uranio, necesitará de una inversión de US$603 millones. Por cierto, esto representa una significativa inversión, que es fundamental realizar ya que sin duda valdría realizar, ya que según informes de la misma empresa, la producción de litio en Falchani superará a la chilena y argentina en cuestión de pocos años. Con una producción inicial de 60,000 toneladas de carbonato de litio, cada año, durante los tres primeros años de producción, después subirá a 80,000 y, si es posible, llegará a 100,000, con lo que se superaría la producción de estos principales productores vecinos en el quinto o sexto año de explotación.

Perú es el segundo productor mundial de cobre, plata y zinc, el tercero de plomo, el cuarto de estaño y molibdeno y el sexto de oro, entre otros metales, pero hasta ahora no produce ni litio ni uranio.  Por lo que resulta decisivo el reciente descubrimiento de litio, pues abre muy gravitantes posibilidades para el desarrollo de la industria del litio (con valor agregado, cadena de producción, clusters, entre otros) en nuestro país. Sin embargo, se debe considerar que aún existen incertidumbres judiciales (litigios de las empresas extranjeras); tecnológicas, normativas (carencias de normativas ad hoc sobre uranio) y sociales ( cabal información a la comunidades, universidades y autoridades) que deberán ser abordadas, tales como la producción conjunta con uranio y la necesidad de obtener diversas licencias requeridas para seguir adelante con esta industria naciente; y que está llamada a contribuir con el desarrollo del altiplano y de su población, así como una clara visión estrategia nacional.

[1] Ver artículos en Café Viena del 16 de noviembre del 2019 y 5 de junio del 2020.

 [2] El objetivo principal de la “due diligence” es realizar por parte del comprador, una detallada investigación de las distintas áreas de negocio de la empresa que quiere adquirir, con el objetivo de conocer la situación real de la empresa en todas sus áreas.

[3] Comunicado de MACUSANI YELLOWCAKE S.A.C del 3 de marzo del 2021. S.A.C