Caballo negro: el ajedrez como terapia

Acerca del ajedrez terapéutico

En una de sus tantas conferencias, el excelente periodista Leontxo García, del diario «El País» -cabe mencionar que también es ex ajedrecista, investigador, conferencista, propulsor del deporte ciencia a nivel de España e Iberoamérica como representante de la Fundación Kaspárov, etc.- mencionó aparte de la importancia del ajedrez como herramienta pedagógica -de la cual puedo dar fe, puesto que en CARA, hay en estos momentos un niño con autismo leve, el cual está desarrollando increíbles facultades-, el uso terapéutico del deporte ciencia.

Comentaba que, en un centro geriátrico estadounidense, durante décadas, se hicieron experimentos con más de quinientas personas de Ia tercera edad, e increíblemente, las que practicaron el ajedrez, habían desarrollado cognición a una edad en que suele perderse esta facultad. También, en España, en un reformatorio se hizo experimentos difundiendo Ia práctica del deporte ciencia, con resultados sorprendentes. En una prisión de máxima seguridad, también en la península ibérica, había un asesino peligroso, el mismo que después de una conferencia del señor García, comenzó a practicar y después de un tiempo, cuando don Leontxo visito ese centro penitenciario, este criminal le dio las gracias porque, le comentó, que por fin podía tener Ia mente ocupada en algo productivo, aparte que había dominado su carácter violento. El tema da para largo, el espacio es corto aquí; solo queda mencionar que en vista de los resultados, en los últimos veinte años, puedo asegurar que mejor terapia emocional, es la práctica del ajedrez.