Reflexiones sobre lo que nos espera

Las elecciones del 11 de abril han traído sorpresas e incertidumbre a la población respecto al futuro político y económico del país. No sólo tenemos ya una crisis sanitaria que sufrimos hace más de un año, aunada a una crisis económica, ambas relacionadas con la pandemia del Covid 19, sino también una crisis política.

En este contexto, la crisis sanitaria, debe combatirse con mejores decisiones de prevención y atención oportuna y suficiente de los casos de coronavirus; la crisis económica, con la implementación oportuna de nuevos y mejores planes de reactivación de la economía, pero todo ello, depende ahora de resolver el problema político: quien es el o la mejor líder y quien tiene el mejor equipo para afrontar y solucionar estos difíciles problemas.

Por ello, creo es fundamental ver lo que nos ofrecen los dos candidatos finalistas y sacar nuestras propias conclusiones.

Fuerza Popular plantea un modelo de crecimiento a través de una economía social de mercado, que promueva la competencia, pero también que existan programas sociales como FONCODES, PRONAA, COFOPRI, PRONAMACS. Propone políticas públicas que permitan la promoción de la inversión privada, el fomento de la generación de puestos de trabajo dignos, el mejoramiento de la eficiencia del gasto público y el desarrollo formal de los emprendimientos, para generar nuevas oportunidades de trabajo formal, simplificando procesos para el desarrollo de emprendimientos, promoviendo las asociaciones público privadas y generando confianza para la inversión sostenible y socialmente responsable.

Propone también reformas estructurales en: i) el Sistema Previsional (buscando incorporar a informales e independientes como beneficiarios también del Sistema); ii) el sistema de salud; iii) el sistema tributario y financiero y iv) la reforma del sistema de gestión del Estado (reforma y digitalización de los procesos administrativos del Estado). Plantea que la inversión pública en infraestructura sea manejada por entidades especializadas como INFES, PRONAMACHCS y FONCODES.

Promueve una minería con estricto respeto al medio ambiente y a las comunidades aledañas a los yacimientos; priorizar la promoción de productos e industrias, aumentar el Capital de Financiamiento del Agro por parte del Banco Agrario y Cofide; reactivar el turismo y fortalecer la institucionalidad de la gestión ambiental en coordinación con la sociedad civil. Todo ello para reducir la pobreza, generar más empleo formal y productivo, lo que llevaría a “…un crecimiento 6 % del PBI anual… y mantener el equilibrio fiscal”.

Por su parte, el Plan de Gobierno de Perú Libre, rechaza el neoliberalismo y el centralismo. Propone una nueva Constitución “solidaria, humanista, rescatista y nacionalizadora”. Propone un Estado regulador del mercado, descentralizado, interventor, planificador, empresario, protector, redistribuidor de riqueza (favoreciendo al empresariado nacional); un Estado industrializador, nacionalizador, revisor de contratos (de concesiones lesivas), estabilizador microeconómico y soberano (no sometido a organismos internacionales). Para ello, postula un nuevo Modelo Económico del Estado, con un Estado que estimule la creación de riqueza, pero sin explotación de las personas, recorte de derechos laborales, contaminación ambiental, ni corrupción. Un Estado que pueda crear empresas y competir equitativamente con el empresariado privado en pro de generar bienestar para la población. Prohibe los monopolios, la concertación de precios, el acaparamiento y la especulación económica. El manejo de algunos recursos estratégicos debe ser reservado para el Estado. Respecto al agro, propone una modernización tecnológica agrícola, programas de siembra de árboles y reforestación, nuevos canales de irrigación, creación de grandes reservorios de agua, represas, trasvase de ríos, etc., para elevar el rendimiento agrícola.

Pero, respecto a sus propuestas, cómo piensan financiarlas?. El presupuesto para luchar contra el Covid en el año 2021 se ha programado en más de 6,000 millones de soles, gasto no contemplado en años anteriores. Además está lo gastado el año 2020 en entrega de bonos (13,700 millones de soles), subsidios a las planilla de trabajadores (500 millones) y el Fondo de Apoyo Empresarial (4,000 millones) y Reactiva Perú (60,000 millones). Si la pandemia continua, que programas aplicarían?. Perú Libre propone impuestos a todas las empresas sin excepción (no especifica si son nuevos impuestos); que parte de las ganancias de las empresas extranjeras debe invertirse en el país, propone la estatización de sectores estratégicos, la nacionalización del yacimientos de los sectores mineros, gasíferos, petroleros, hidroenergéticos, y de  comunicaciones, entre otros, “administrando el total de las utilidades generadas, industrializando el país, generando empleo, fortaleciendo los sectores estratégicos (educación, salud, agricultura, defensa, etc.), y sosteniendo los programas sociales”. Por su parte, Fuerza Popular sostiene que la actividad privada es el motor de la economía peruana y el gran generador de fuentes de trabajo. Además, propone facilidades, incentivos tributarios y financiamiento para las micro y pequeñas empresas, promover una minería que respecte el medio ambiente, promover la pesca de anchoveta y la acuicultura, promoción de productos e industrias, actividades de promoción comercial en el exterior y del turismo e inversión. No menciona nuevas fuentes de ingresos para el Estado.

Estamos pues entre estas dos propuestas: una de libre mercado y otra de una mayor intervención del Estado en la economía. Este 6 de junio, no debemos votar “con el hígado”, ni con el “corazón”. Debemos votar con la cabeza fría pensando en nuestra realidad económica y social y en el futuro del país, que es nuestro futuro y el de nuestras familias. La pelota está en nuestra cancha.