La agricultura peruana en el día del campesino

El 24 de junio pasado se celebró el día del campesino, tras 52 años de reforma agraria experimentada en el país. Fecha que nos invita a reflexionar cómo ha evolucionado la agricultura peruana en este último medio siglo. La reflexión inicial es que la producción agrícola y pecuaria ha tenido un protagonismo especial, podemos señalar que los resultados han sido positivos, grandes problemas, estamos seguros, aún existen, pero en el balance la actividad productiva del campo ha sido bastante dinámica y fructífera, especialmente en los últimos treinta años.     

En el país, según los datos del IV Censo Nacional Agropecuario 2012[1], se registraron 2,3 millones de productores agropecuarios, hombres y mujeres que conducen la tierra que produce lo principal del alimento que consume la población peruana. La mayoría de unidades agropecuarias, están ubicadas principalmente en la sierra peruana y son pequeñas unidades económicas, pero también tenemos unidades medianas y grandes que conducen importante proporción de la tierra y que en base a esfuerzo e inversión han sostenido su crecimiento.

La producción agropecuaria ha tenido un constante crecimiento en las últimas tres décadas, que innegablemente lo muestran las cifras de la evolución económica. Incluso en la última década se registran crecimientos importantes, por ejemplo, en el año 2008 el PBI agropecuario creció en 8,0%[2], en el 2012, 6,3%, en el año 2018, 7,6%, las cifras son positivas en la década, y en los últimos treinta años. Incluso el último año de emergencia, creció en 1,3%, cuando la economía total disminuyó en 11,12%.

El 2020, se han registrado importantes crecimientos de productos como el arándano (22,0%), mango (15,6%), palta (15,5%), uva (15,0%), arroz cáscara (7,3%), cacao (6,9%), maíz amiláceo (4,9%), quinua (11,9%), por mencionar algunos. Entre los factores que coadyuvaron al auge de los productos agroexportables figuran las condiciones climáticas favorables y una demanda externa de frutas y hortalizas sostenida, en un contexto de pandemia mundial de la COVID – 19.

Cabe destacar que, en el periodo intercensal 1994-2012, el número de unidades agropecuarias se incrementó en 30,0%[3], la superficie agrícola total del país aumentó en 30%, alcanzando 7 millones 125 mil hectáreas. Todo ello significó la incorporación de nuevas unidades y superficie sembrada en todo el territorio nacional, en ello jugó papel importante la interconexión vial, que abrió nuevas rutas de salida de productos, propiciando  grandes posibilidades a nuevas unidades productivas, así como la ampliación, en la costa, de la superficie cultivada en base a las nuevas irrigaciones que posibilitaron el surgimiento de una nueva gestión de la tierra, moderna y plenamente integrada al comercio mundial de nuestros principales productos.

La evolución de la agricultura peruana ha representado un paso muy positivo para la economía nacional, seguramente aún hay grandes problemas por resolver, sobre todo en la necesidad de elevar la productividad de miles de miles de pequeñas unidades    agropecuarias, que son parte de una agenda a impulsar con una eficiente asistencia técnica, capacitación, créditos, procesos asociativos bajo el interés económico y de mercado, para cientos de productores. Posibilitar mejores prácticas agrícolas y pecuarias, hay avances, pero es necesario dinamizar esas buenas prácticas.

Ahora bien, ningún peruano es ajeno al hecho de la crisis que vivió el agro peruano, cincuenta años atrás, Proceso que se agudizó luego de varios intentos de reforma agraria, que, en el balance final, generó una caída de las inversiones y del producto agropecuario, descapitalización agraria y un fuerte proceso de atomización en cientos de miles de unidades agropecuarias, sin posibilidades de acumulación de capital y reproducción creciente en la mayoría de ellas.

Horas aciagas que poco a poco hemos ido superando, aun con grandes retos. Pero, considerando que la agricultura peruana que da empleo a 4 millones de trabajadores, que produce para el mercado interno e internacional, es una gran palanca para nuestro desarrollo, el objetivo es mantener esa visión impulsando mayores cambios positivos, en esta realidad tan especial para el futuro, sin desconocer que es un componente principal en la visión integral del desarrollo, sigamos lo mejor de los últimos treinta años, e impulsemos los cambios que profundicen lo bueno de la experiencia ya vivida.


[1] INEI IV Censo Nacional Agropecuario, 2012 – Resultados definitivos. Lima, abril 2013. 

[2] INEI Panorama de la Economía Peruana 1950-2020. Lima, abril 2021

[3] INEI IV Censo Nacional Agropecuario, 2012 – Resultados definitivos. Lima, abril 2013