Percepciones: Los mosqueteros del comunismo

Resulta que Bellido se había convertido en el espantapájaros de los inversionistas peruanos y extranjeros. Cada vez que lo ven y escuchan sus opiniones sobre el manejo político o económico del Perú tienen ganas de regresar a su hotel o domicilio para agarrar sus maletas y largarse a un país civilizado que viva en el siglo 21 y no a mediados del 19.

Los tres mosqueteros del comunismo peruano: Bellido, Castillo y Mao Tze Ron (que bien puesto el apodo) amén de su D’Artagnan Bermejo y de quienes les siguen como comparsas, se encaramaron en el poder político con un fraude electoral descomunal a fin de inventar una mayoría que no es real. En toda la región andina no viven más de 9 a 10 millones de personas, lugares que les favorecieron con sus votos por encima de la opción democrática, mientras que en Lima hay entre 10 y 12 millones de habitantes sumados a quienes viven en la costa desde Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad hasta Ica, lugares donde la democracia logró la victoria electoral por amplio margen. Coludidos en el respaldo al fraude electoral comunista estuvieron los caviares, los mercantilistas y los acomplejados anti todo.

El desgobierno que se percibe en el Perú es el resultado de las maquinaciones citadas, en contraposición a lo ocurrido en los pocos países con regímenes comunistas. En Cuba, Fidel venció en la guerra civil contra el gobierno en 1959 con amplio apoyo del pueblo. Chávez ganó limpiamente en las elecciones presidenciales venezolanas en 1999 convocadas por los civiles demócratas. Por eso los comunistas Castro y Chávez afianzaron su poder en el término de dos a tres años. Los comunistas peruanos atropelladamente quieren apoderarse de todo el poder político antes de fin de año. El resultado del asalto respaldado por minorías es el desbarajuste que se vive desde hace dos meses. En lugar de favorecerles, han creado un clima absurdo de implosión o fin de fiesta anticipado que no le hace ningún bien a los peruanos de toda índole.