Ante el sismo: prepararse

La posibilidad de un sismo, o de varios, de gran magnitud, es cierta y no se trata de algo remoto.

Los técnicos lo vienen advirtiendo desde hace bastante tiempo y nos indican que no es bueno el silencio sísmico que tenemos.  En lenguaje sencillo que en lugar de liberarse energía ella se está almacenando y cuanto más se almacene los efectos serán más devastadores.

Desde el Estado se nos viene advirtiendo de la probabilidad de destructores sismos, claro que sin generar pánico y, se nos recomienda tomar precauciones, dándonos directivas para establecer las vías de evacuación, los lugares de seguridad, lo que se debe portar en mochilas de seguridad. También se han programado infinidad de simulacros.

Lamentablemente la población no ha tomado con la seriedad que debería, los avisos previsores del Estado.  Hay muchísimas personas que ni siquiera tienen prevista vía de escape de sus viviendas y ésa misma omisión se nota en centros de estudio y laborales, incluso en centros comerciales que ni siquiera cuentan con indicadores de rutas de escape.

Pocos conocen los lugares de seguridad en sus barrios y quienes consiguieron las mochilas de primeros auxilios en caso de sismo, penosamente no las han vuelto a abrir, no recuerdan su contenido, no saben si las pilas de la linterna o del radio portátil funcionan, desconocen si los alimentos envasados contenidos en la mochila están consumibles o vencidos como tampoco el material de asistencia en salud.

Hay familias que no tienen ni idea de los teléfonos para emergencias, como son de la policía, de los bomberos, de ambulancias y postas médicas, todo lo cual es muy fácil de tener e incluso guardado copia en las mochilas de primeros auxilios.

Felizmente observamos que hay medios de prensa que están ayudando al Estado en su cometido de ser previsores y vienen dando valiosa información sobre lugares de seguridad, contenido de las mochilas de primeros auxilios y tantas otras informaciones de singular importancia.

Lamentablemente no todos los medios de prensa están actuando en la misma línea, olvidando que también es de su responsabilidad colaborar con el Estado en tareas educacionales (art. 14 de la Constitución) y una de dichas tareas es la educación cívica, que comprende la prevención ante desastres. Ojalá que los medios que aun no se han sumado a la tarea previsora lo hagan y rápido pues un sismo de intensidad puede estar, como se dice, a la vuelta de la esquina.

Hay instituciones que también pueden sumarse a la tarea previsora, como son las diferentes confesiones religiosas, las parroquias, las juntas vecinales, los clubes sociales y deportivos, los centros de estudios así sean hoy en día no presenciales, entidades de ayuda solidaria como los clubes de leones y rotarios entre otros.

Algo muy importante que siempre hay que tener presente es la solidaridad, prestando atención y ayuda a quien o quienes lo requieren, para mitigar en alguna forma las graves consecuencias de los fuertes movimientos telúricos.