Producción, desocupación e inflación

Producción, desempleo e inflación, en el análisis económico, son variables, entre otras, gravitantes para conocer lo que pasa en la economía del país. Por ello, es necesario hacer el seguimiento a su comportamiento, su derrotero nos señala hacia donde se encamina el crecimiento y, la posibilidad del desarrollo. La Producción, que indica el nivel del valor generado en la economía total, y su evolución, reflejado en su tasa de crecimiento, es determinante en la economía. La Tasa de Desempleo, cuya definición indica la proporción de trabajadores que no están ocupados y que se encuentran activamente buscando un empleo, nos señala los límites en la oferta de puestos de trabajo, y en la capacidad de la economía de absorber la oferta de empleo. Asimismo, la Inflación, cuyo concepto nos indica la tasa a la que aumenta, en el tiempo, el precio medio de los bienes y servicios, y cómo, cuando ésta se exacerba, genera desequilibrios en la economía, además de afectar la capacidad adquisitiva de los ingresos de la población.

La producción nacional, en la última década, ha venido perdiendo velocidad, lo que afecta el crecimiento económico, esta situación se ha manifestado persistentemente en el país en los últimos años, abarca los periodos de varios gobiernos. Entre los años 2007-2011, el PBI peruano crecía a una tasa promedio anual de 6,6%, impulsada por diferentes factores, mayor demanda y buenos precios de nuestros productos de exportación, expectativas positivas para la inversión, pública y privada, y buen comportamiento del consumo de las familias, todas las actividades económicas primarias, secundarias y los servicios, se manifestaron dinámicas.

La tasa media de crecimiento del PBI se redujo, en el periodo 2012-2016, a una tasa media anual de 4,3%, en este periodo la velocidad de crecimiento de la economía se redujo considerablemente. Por conflictos internos, especialmente mineros y otros factores que desalentaron la generación de valor. Llegamos al periodo 2017-2021, en el ínterin los impactos negativos de una sorpresiva emergencia sanitaria mundial, que repercutió negativamente en el crecimiento económico, la tasa media de crecimiento anual del PBI, se redujo a la cifra de 1,9%, casi un tercio del crecimiento anual de la década previa, agregó a ello la inestabilidad política, expectativas desfavorables, y ralentización de la inversión pública y privada, que a su vez afectó la posibilidad de generar empleo, en número y calidad.

La tasa de desempleo en el año 2021, afecta al 5,7%[1] de la población económicamente activa, es decir más de 800 mil peruanos que están activamente buscando un empleo. La tasa de desocupación en la población joven de 15 a 24 años es casi el doble del promedio nacional, el 12,4%, lo cual agrava las expectativas de los más jóvenes, muchas veces sin alternativas de estudio o trabajo. A esta realidad desfavorable de desempleo, presiona el crecimiento natural de la población económicamente activa, que aumenta en 300 mil peruanos cada año generando presión en el mercado del trabajo, ya, con un alto número de desocupados.                      

La tasa de inflación, que, en los últimos diez años, registraba un nivel de estabilidad en los precios, crecían a una tasa promedio anual de 2,78%, dentro del rango meta establecido por la autoridad monetaria. A partir del año 2021, la tasa de inflación registró un aumento notable de 6,4%, más del doble de los últimos diez años. Más aun, en los primeros cuatro meses del año 2022, el crecimiento inter anual de precios, al mes de abril, se ubica cercana al 8,0% anual,[2] por factores internos y principalmente  externos tras los impactos negativos de los shocks de oferta provocados por la COVID-19, y por la guerra Rusia-Ucrania.   

El comportamiento de estas tres importantes variables de la economía, refleja los problemas centrales de la economía peruana en la hora presente. Sin crecimiento económico, no hay posibilidad de generar mayor empleo, la desocupación aumenta, sumado a la exacerbación de los precios nos señala la incubación de una crisis económica en el futuro inmediato, que de no mediar acciones de política eficaces el deterioro de las condiciones de vida de la población se verá duramente afectada y las capacidades de reducir pobreza serán limitada e incluso nula. La reflexión sobre el comportamiento de las principales variables de la economía alerta sobre lo que hay que corregir, y lo imperativo por hacer, generar estabilidad e incentivar la inversión.


[1] INEI Informe Técnico: Comportamiento de los de los Indicadores del Mercado Laboral a nivel nacional, enero-diciembre 2021. Lima, marzo 2022.

[2] INEI Informe Técnico: Variación de los Indicadores de Precios de la Economía, abril 2022. Lima mayo 2022.  

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