Percepciones: Aquelarre gobiernista

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N.B.1.- El aquelarre gobiernista se debe a las indefiniciones de sus protagonistas y a la cobardía intrínseca de la generación actual en la oposición política, aupada a la falta de valores patrióticos de la generación militar del siglo 21.

El “embajador” cubano debe haber transmitido a su gobierno la preocupación que no tiene a la vista el resultado final del objetivo trazado por su régimen de sojuzgar y dominar al Perú en el corto plazo. Ya van 11 meses desde que su débil mental fue colocado en el gobierno, pero ni él ni el alfil cubano V. Cerrón y la patota comunista vislumbran con claridad cuál es su destino político, ni mucho menos si lograrán tener el poder político total a partir del 28 de julio de este año. Tal vez hagan una barrabasada criminal como la que acostumbran los marxistas para tratar de forzar un resultado a manera de último manotazo de ahogado.

N.B.2.- ¡Qué diferencia a lo recientemente ocurrido en Ecuador en pro de la evolución positiva del sistema democrático! Con el respaldo pleno de sus FF.AA., el Congreso votó a favor del sistema por el doble de votos (80-44) de los que buscaban cerrarlo para convocar una asamblea constituyente que favoreciera a grupos indígenas politizados por el comunismo marxista internacional.

N.B.3.- La generación militar peruana del siglo 21 no se parece en nada a las anteriores. No tiene el mismo espíritu combativo, acepta que les pongan mandiles rosados, se resienten porque políticos imbéciles y delincuentes los maltratan y no reaccionan por ello. No son como los verdaderos soldados y policías que pelearon contra sendero y el mrta (años 80) inclusive en inferioridad de condiciones, ni como los que recuperaron los “Paquisha” en 1981 o los que se batieron en el Cenepa (1995). Y mucho menos como los que derrotaron militarmente para siempre a sendero y el mrta en la década gloriosa (1990-2000).

N.B.4.- Se trata de los países sudamericanos con gobiernos marxistas. Parecen iguales, pero hay diferencias insalvables de unos con otros. El gobierno de Boric en Chile y el de Fernández en Argentina tienen mecanismos y afirmaciones comunistas más parecidas a las que años atrás tuvieron los países europeos que permitieron la existencia de ese tipo de régimen político. Además, son países donde el intento de fraude es inconcebible. En Colombia (Petro) y la Venezuela caribeña de Chávez tampoco hacen irregularidades electorales por tradición. Claro que con Maduro ese tipo de conducta cambió y entró al sistema fraudulento.

En el Perú la cuestión electoral tiene otro precedente y otro rumbo. Desde la Constitución de 1860 (Castilla) hasta la de 1933 sólo votaban los “contribuyentes”; de allí que los presidentes ganaban elecciones con unos cuantos miles de votos. En 1963 se legisló que votasen también analfabetos (75 por ciento del Perú) y los ciudadanos peruanos mayores de edad. Pero desde la década de 1930 en varias ocasiones ha ocurrido la protesta de fraude electoral, la última de las cuales es la que estamos viviendo con este macabro desgobierno.

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