

Para el ex ministro de Economía Jorge Baca Campodónico, la suma de lo ofrecido por el presidente Pedro Castillo en su mensaje frisaría a grandes rasgos los 20 mil millones de dólares.
La pregunta es de dónde van a salir. Solo hay dos fuentes posibles: el endeudamiento o la emisión inorgánica.
Por el momento, el Perú todavía tiene techo de deuda, de manera que seguramente habrá mayor endeudamiento. Los pagos de esa deuda no son un problema inmediato, pero en tres años más, aproximadamente, el servicio de esa deuda va a tener un gran peso en el Presupuesto.
Paralelamente, lo que se puede prever de inmediato, a raíz de la caída y recuperación solo mediana del cobre, es la caída de la recaudación tributaria.
Esta puede estimarse en el orden de los 20 mil millones de soles. Sumados al aumento del gasto si se cumplieran las promesas hechas, tendríamos en perspectiva un aumento exponencial del déficit fiscal.
Este es siempre el resultado de la mentalidad estatista que caracteriza a los gobiernos de izquierda e incluso a los gobiernos demócratas en EEUU, donde el Estado intermedia una parte siempre creciente del gasto. Pan para hoy y hambre para mañana. La izquierda cree verdaderamente que el Estado lo es todo y que de hecho controla tres cuartas partes de la economía del país o debería hacerlo. La realidad es todo lo contrario. El sector privado representa el 80 por ciento de la economía y la inversión en el Perú, y el Estado sólo el 20 restante. Su crecimiento descontrolado es suficiente para alarmar y detener en seco la inversión privada. Como la inversión pública jamás será suficiente para mover la economía, el crecimiento se desacelera y se detiene.