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Después de los últimos acontecimientos que estremecieron la sensibilidad de las distintas capas sociales que habitan en los escombros de la democracia peruviana, la mejor medida profiláctica que nos libre de entrar en estado de catalepsia, es la de beber un Martini seco en alguna playa del sur.
La perspectiva del atardecer, mientras la Luna se encarga de alternar las mareas, calma y mitiga la ansiedad que embarga la mente de más de treinta millones de peruvianos, a partir del momento insólito, en que los imbéciles adquirieron dominio en la escena nacional.
Independientemente de la parodia electoral, lo trascendente en el campo de la política de albañal, resulta ser la manipulación que el lumpen exonerado de un mínimo requisito de aptitud, se hizo competente en el manejo del erario, legalizando el lucro voraz de personajes prontuariados, o no, pero vinculados por lazos familiares con los depredadores de la “chota nostra”, reclutados por los Dinámicos del Centro.
Va corriendo el plazo de siete días para investigar al más supino inepto de esta organización criminal, que, al verse abrumado por las pruebas entregadas al Ministerio Público, con las que se corrobora el alto grado de corrupción en el que se ha involucrado, tuvo la infeliz decisión de disponer la disolución del Congreso, declarando en reorganización al Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, instaurando un Régimen dictatorial, pero sin el apoyo de la FFAA ni de la PNP.
El delito común que ensucia la dignidad del cargo gubernamental, en el cerebro maquiavélico del ex asesor (ahora en la clandestinidad) que indujo a tal aberración a la infeliz marioneta, fue canjear el escenario vulgar que se norma en el ámbito penal, por uno de mayor rango, que transgreda la Ley de Leyes, maniobra temeraria que afronta en soledad el ignorante hombrecillo y ex primer mandatario.
El país más grande que sus problemas, una vez más soporta el duro golpe de la felonía de sus propios hijos, que intoxicados por el alucinógeno proyecto impulsado desde el Foro de Sao Paulo, quieren seguir el triste camino de Venezuela, donde se dice, se ha dado refugio el operador y ex ministro de Transportes, fugado al amparo del régimen de la corrupción.
Las vidas que han sido arrebatadas a las víctimas en el interior del territorio, son el precio que pagan justos por pecadores, porque el miserable cuentista del pollo, pregonó en actos circenses denominados “Consejos Descentralizados”, reivindicaciones que nunca cumplió.
La primera mujer Presidente de la República, a la hora en que se escribe la presente nota, ha ofrecido el adelanto de elecciones y la pacificación de las protestas de las masas engañadas por los agitadores de turno, claro que, confirmando el deslinde que le conviene por la ocasión que la privilegia.
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