La inflación, veintiséis años después

En la historia económica mundial, la inflación, en distintas regiones y momentos, afectó las condiciones de vida de la población, por las fuertes alzas en los precios de los bienes y servicios que consumen las familias, dicho aumento de precios no ha ido aparejado con el crecimiento de los ingresos de las familias, lo cual va deteriorando la capacidad real de compra. La inflación como fenómeno económico, que se caracteriza por el alza sustancial y sostenida en el nivel general de los precios, se comporta como si fuera un impuesto a los ingresos, provocando pérdida del poder adquisitivo y afectando, por esa vía, el consumo familiar y la demanda agregada.  

El Perú, como otros países del mundo ha experimentado periodos de alta inflación, e incluso hiperinflación, cuando la tasa de crecimiento de los precios es sostenida y supera el 100,0% de aumento. Durante la primera y segunda guerra mundial, muchos países europeos como Alemania, Hungría, Serbia, por mencionar algunos, vivieron procesos hiperinflacionarios extraordinarios, principalmente por menor oferta de bienes y servicios. Una de las causas de las hiperinflaciones han sido los déficits presupuestales del gobierno que en la mayoría de los casos fueron cubiertos por emisión inorgánica de dinero, es decir la hiperinflación se relaciona a fuertes presiones en las finanzas públicas, como guerras, alteraciones sociopolíticas, o un colapso de la oferta agregada. El Perú de los años 80` pasó de una inflación galopante a una extenuante y dañina hiperinflación a la vez recesiva, por yerros en la política económica, controles de precios, exceso en el gasto público, y otros factores. Luego de un proceso de estabilización económica y dados los ajustes correspondientes la inflación declinó a niveles estables, en el último cuarto de siglo.   

En el año 2022, que dejamos atrás, en el país se registró una tasa de inflación de 8,45% en Lima Metropolitana y 8,56% a nivel nacional.[1] La tasa de inflación del año responde al alza de precios en la mayoría de grupos de consumo que aumentaron sobre el promedio, esta cifra de inflación es la más alta que se registra en el Perú en los últimos veintiséis años. En el año 1996, la tasa de inflación se ubicó en 11,8%,[2] tomando esta cifra como un punto de referencia, la inflación del año 2022, de 8,45%, toma la posta ahora, como la más alta, del último cuarto de siglo.

Los grupos de consumo que más incidieron en el alza general de precios del año 2022 proviene de las divisiones de consumo: Alimentos y Bebidas no Alcohólicas, 15,21%, debido al incremento observado en hortalizas y tubérculos, huevos, azúcar, pan y cereales, y otros productos alimenticios. Transporte 11,30%, por los mayores precios en combustibles y lubricantes, repuestos de vehículos, servicio de transporte por carretera y transporte local. Restaurantes y Hoteles 9,49%, por alzas de los precios del menú en restaurantes, platos calientes y postres, principalmente.  Subieron, también, los precios de Alojamiento, Agua, Electricidad, Gas y Otros Combustibles en 4,23%, debido al alza de las tarifas eléctricas y agua potable.

Sólo estas cuatro divisiones aportaron 6,8 puntos porcentuales a la variación anual de los precios del año, según el reporte oficial. Los factores que han incidido en el recrudecimiento de la inflación en el año 2022, se dan en un contexto internacional adverso, por las restricciones en la oferta de principales alimentos, con cotizaciones al alza, de productos como el trigo, maíz amarillo duro, soya, y otros bienes, también los precios de la energía y el petróleo.

Circunstancia que en el año 2022 se agravó por el conflicto bélico en Europa del este, tras el conflicto entre Rusia y Ucrania por la menor oferta de principales productos que se transan a nivel internacional, y de los cuales somos principales demandantes. Los años 2021 y 2022, han sido años de fuerte inflación en el mundo, tras los efectos económicos negativos de la emergencia sanitaria por la Covid-19, exceso de liquidez sumado a problemas en la oferta de bienes y servicios, agudizaron la inflación, particularmente en el Perú.

Así hemos concluido el año que pasó, las expectativas de inflación para el año 2023, se ubican en un terreno mucho más optimista, se espera un comportamiento de precios moderado, y por cierto expectativas de que el crecimiento productivo encuentre un mejor aire y estabilidad, superada la conflictividad política y social del país, ingrediente sustancial para el crecimiento y desarrollo.


[1] INEI Informe Técnico Comportamiento de los Indicadores de precios de la economía, diciembre 2022. Lima, enero 2023.

[2] Memoria BCRP 1996