Dos dígitos de inflación en regiones convulsas

Es evidente que la conflictividad social está afectando la marcha económica del país. Son dos meses continuos de violencia social, tras el intento de ruptura del orden constitucional, que ha provocado que la inflación anual, a enero del presente año, llegara a 8,87%, en el promedio nacional, y 8,66%, en Lima Metropolitana,[1] alcanzando una de las tasas más altas de crecimiento de los precios de las últimas dos décadas. Lo que más afecta del problema inflacionario que está viviendo en el país, sobre todo en las regiones más convulsas, es el alza de precios de los alimentos y bebidas, en promedio estos han crecido a enero, en 16,37% anual, afectando principalmente a los más pobres, cuyo componente principal de su presupuesto está dirigido a la compra de alimentos.

Es decir, aquellos que dice representar la protesta, resultan siendo los más perjudicados, las protestas han encarecido su sustento. También, los precios del transporte han registrado un alto crecimiento de 10,01%, en la variación anualizada, a enero. Así como los gastos en restaurantes y hoteles, en 9,63%. Con graves problemas de abastecimiento de combustibles, gas propano y otros bienes imprescindibles en la canasta familiar, en algunas regiones.

Las violentas marchas, toma de carreteras, intento violento de tomar aeropuertos, destrucción de la propiedad pública y privada, han impedido el abastecimiento de mercancías, lo cual restringe la oferta de bienes y servicios, por tanto, se genera escasez que se traduce inmediatamente en alzas de precios, alta inflación que repercute en toda la economía. La ciudad de Puerto Maldonado en Madre de Dios, es una ciudad sitiada por la protesta y vandalismo, una región donde prima la minería ilegal y diversos problemas, como la comercialización ilegal de oro, la trata de personas, muertes violentas, y otros males, ahora se suma una alta inflación. Dicha ciudad registra en el mes de enero 2023, una variación interanual de los precios al consumidor de 15,3%, ubicándose en el primer lugar del ranking de crecimiento de los precios en las principales ciudades del Perú, fruto de la revuelta y la intolerancia. 

Varias ciudades del país exhiben una tasa de inflación de dos dígitos, en las regiones más convulsas, esto se traduce en un alto costo que impide cubrir la canasta básica familiar que consumen las familias peruanas. Trece ciudades registran tasas de inflación superiores al promedio nacional, que refleja el grado de extensión de la conflictividad social que afecta el normal abastecimiento de mercancías que se traduce en mayores precios e inflación. Ciudades como: Puerto Maldonado lidera el grupo con una inflación anual superior al 15,0%, en la selva sur, seguido de Cerro de Pasco, Puno, Huaraz en la región de la sierra e Ica en la costa, con tasas de crecimiento de los precios superiores al 11,0%. Las ciudades del Cusco y Ayacucho en la sierra sur; Moquegua y Tacna en la costa sur, con tasas de inflación entre 10,0 y 11,0%. Arequipa, Huancavelica y Abancay en la región de la sierra; seguidas de Trujillo en la costa norte, entre 9,0 y 10%. Muestran las más altas variaciones anuales de precios, a enero del presente año.

La realidad es aleccionadora, deja enseñanzas inmediatas tras los hechos concatenados que afectan a la población, surge una clara lección en materia de inflación, que se ha visto agudizada por la conflictividad social, que está corroyendo directamente a la economía en general y, en particular, a la economía familiar. La inflación, que ya nos venía afectando en los últimos dos años, consecuencia de la pandemia y otros factores externos, ahora se ha visto agudizada por la crisis política que vivimos, tras una gestión de gobierno fallido, que ha provocado una crisis general, aun no resuelta. El desabastecimiento de los mercados, en algunas regiones más que en otras, por las restricciones al libre tránsito ha generado desencuentros entre oferta y demanda de bienes y servicios que se traduce en mayor inflación.    

La solución del conflicto es obligatoria, es una necesidad, se requiere un reencuentro social para un país que, en vez de abrir, debe cerrar sus fracturas, y brechas sociales.


[1] INEI Informe Técnico: Variación de los Indicadores de Precios de la Economía, enero 2023. Lima, febrero 2023.