Vuelta de tuerca en caso Odebrecht

Se reabre Caja de Pandora en la trama de los árbitros.

Con el pedido de extradición del expresidente Alejandro Toledo, se abre nuevamente un capítulo más del caso Odebrecht, donde funcionarios y testaferros nacionales recibieron  dinero a cambio de adjudicar obras públicas de manera ilícita al gigante brasileño de la construcción que protagonizó el mayor escándalo de sobornos nunca antes visto en América Latina.

Este mes, hace un año, la jueza Stephanie García, del Principado de Andorra, ordenó mantener congeladas unas 30 cuentas de la Banca Privada de Andorra (BPA) y una del Credit Andorra por un monto total de 52,2 millones de euros. Este saldo retenido por la justicia del país europeo representa la cuarta parte de los 200 millones que desembolsó Odebrecht para comprar voluntades de políticos y altos funcionarios de Perú. Ecuador, Chile, entre otros países.

La empresa brasileña participó en mas de 30 litigios contra el Estado peruano, que le permitieron ganar alrededor  de 254 millones de dólares. Según el equipo de investigación Lava Jato, Horacio Cánepa Torre fue uno de los que intervino en 16 de los 19 laudos en contra del Estado. No solo como árbitro sino también haciendo de abogado en la sombra, para cobrar una millonaria comisión por los arbitrajes. 

Al respecto, el exgerente de la filial de BPA en Montevideo, Francesc Pérez Giménez, manifestó que el abogado Cánepa Torre era el único árbitro a quien le pagaban los sobornos directamente a la cuenta a nombre de Maxcrane Finance S.A., offshore constituida el 17 de enero de 2013 por el propio Cánepa. En total recibió de la empresa brasileña cinco depósitos por un total de 1 millón 442 mil dólares.

De corredor a árbitro

Cánepa Torre era conocido por ser un aficionado del mundo de los autos de carrera y por su cercanía al Partido Popular Cristiano, sobre todo por tener una denuncia de fraude electoral conocida como el escándalo del Huanucazo, para favorecer las candidaturas de Alberto Fujimori, Víctor Joy Way, así como la suya, en el marco de las Elecciones Generales de 1995.

Desde ese entonces a la fecha, el abogado huanuqueño es investigado por recibir una transferencia de 1 millón 442 mil dólares de la empresa Odebrecht, según un informe de la Policía de Andorra publicado por el diario español El País.

Además, el Tercer Despacho Provincial Penal de la Quinta Fiscalía Corporativa Penal de Cercado de Lima, Breña, Rímac, Jesús María, dispuso el inicio de investigación preliminar contra Cánepa, por la presunta comisión del delito contra la administración de justicia. Ello por buscar testigos para mentir a la Fiscalía y al Poder Judicial.

Estos delitos provienen de la investigación que realizó el Cuarto Despacho de la Fiscalía Supra Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de funcionarios – Equipo Especial Lava Jato, a cargo en ese momento del Fiscal Hamilton Montoro Salazar, quien presuntamente incurrió en la comisión del delito a la obstrucción de la justicia, encubrimiento personal y omisión de denuncia para supuestamente favorecer a Horacio Cánepa.

En el transcurso de la investigación Cánepa Torre -quien según varios medios aspira a convertirse en colaborador eficaz- ha señalado que sobornó en efectivo a varios árbitros. Sin embargo, esta afirmación fue refutada por los propios funcionarios de la constructora brasileña. Estos indicaron que solo le pagaron a él.

Igualmente, testigos identificados como Max Faura Padilla y Samuel Suárez Atencia, han contradicho al letrado, quien les brindó unos cheques para un préstamo y no para pagar por supuestos sobornos a otros árbitros.

De tal manera, el abogado favorito de los Odebrecht no puede ser candidato a colaborador eficaz debido a que toda información brindada debe cumplir con los requisitos establecidos, según indica la Ley de Colaboración Eficaz N° 27378. Y ciertamente mentir es falta grave que echa por tierra cualquier intento de acogerse a esa figura.

El actual juez a cargo, Jorge Luis Chávez Támariz, haría bien en mirar con lupa el caso (Expediente 29-2017) porque hay un millón y medio de razones para dar fin a la última largada.