¿Un “ministerio de infraestructura” o la urgente modernización de la gestión pública?

Hace pocos días el Contralor General de la República comentó sobre la necesidad de crear el Ministerio de Infraestructura encargado de las obras públicas “grandes y complejas”, además añadió que este ministerio ejecutaría obras bajo la modalidad de convenios gobierno a gobierno y que estaría conformado por profesionales de primer nivel, altamente calificados y bien remunerados, finalmente, que tendría “nuevas reglas de contrataciones”. Este sueño del Contralor General podría leerse como un reconocimiento al nivel de atraso en la administración pública en nuestro país y las brechas de vértigo en su gerenciamiento.

Asimismo, al plantear que este “mega” ministerio ejecutaría todo tipo de obras grandes y complejas, entendiendo que se refiere a los sectores: agricultura, educación, salud, saneamiento, transportes, comunicaciones (El presupuesto para gasto de capital de estos ministerios equivale al 70% del presupuesto total por este concepto en el nivel central de gobierno), se estaría generando una duplicidad abierta de funciones entre estos ministerios y el que se está proponiendo, es decir nuevamente se echa por tierra el marco normativo de la modernización del Estado, por lo menos con relación a no duplicar funciones entre entidades públicas. Todo este planteamiento pone en evidencia el débil nivel de liderazgo, articulación y coordinación que debería tener y promover la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), con efectividad, hacia y entre el resto de ministerios.

Si bien eficiencia no es sólo la ejecución del presupuesto público en gasto de capital, tan o más importante es la calidad de este gasto y su impacto en la calidad de vida de la población focalizada, vale mencionar que hay un claro estancamiento en el largo plazo, hacia el 2012 se ejecutó el 70.9% de Presupuesto Institucional Modificado de Gasto de Capital por los tres niveles de gobierno y toda fuente de financiamiento, en el 2022 este dato fue del 71.3%, para fines prácticos se mantuvo, no mejoró. Este último año se dejó de gastar S/ 18.6 mil millones, lo que significó cientos de miles de familias vulnerables que no pudieron mejorar su calidad de vida, varios cientos de miles de puestos de trabajo no contratados, otros cientos de millones de soles no cobrados en impuestos y más.

A partir del sueño del ministerio ideal del Contralor de la República, la solución no pasa por un nuevo y mega ministerio de infraestructura (que agregue o integre parte de las funciones de los ministerios mencionados) sino por la modernización de estas entidades públicas, incluyendo las del nivel subnacional, teniendo como modelo el propuesto por el Contralor; asimismo, y como centro de todo, la implementación de un sistema estructurado, permanente (constante) y en modalidad virtual para el desarrollo y fortalecimiento de capacidades de los funcionarios y servidores públicos en todos los sistemas de la administración pública; la reforma de nuestro sistema de contrataciones del Estado hacia uno con procedimientos eficientes y eficaces para no preferir (como suerte de salvavidas) procesos de selección por encargo con entidades internacionales (contemplado en la misma norma de contrataciones del Estado) o los mecanismos gobierno a gobierno, que finalmente son lo mismo y que reconocen (calladamente) que nuestro sistema de contrataciones no es eficiente.