Choques adversos en los hogares

En el último año transcurrido, los hogares peruanos han recibido impactos de diversos fenómenos adversos al bienestar de la población, nada ha sido simple en un entorno de inestabilidad política, económica y social. La gobernabilidad ha transitado por grandes altibajos, la economía afectada por menores niveles de producción en importantes actividades productivas, como la minería que en el año 2022 apenas si creció en 0,35%, la manufactura creció 0,96%, o la construcción en 2,9%.[1] Se ha registrado alta inflación, 8,56% de inflación nacional,[2] por la tendencia al alza en los precios de principales bienes y servicios, por shocks internos y externos, cuya magnitud no veíamos hace un cuarto de siglo. Las amas de casa, sí que sufren cuando van a los mercados.

La disminución en el ritmo de crecimiento productivo no permitió que el empleo encuentre el cauce hacia una mayor formalidad laboral, que caracteriza un trabajo en condiciones de estabilidad y beneficios sociales. Como contrapartida, ha crecido la informalidad laboral, ahora representa más de tres cuartas partes del empleo. La inversión total de la economía, variable trascendente para el crecimiento económico ha venido deprimida y sin los incentivos necesarios para impulsar la reactivación económica, la inversión disminuyó -4,9% en el cuarto trimestre del 2022, y la inversión privada cayó en -0,3% en todo el año.[3]

Esta variable es sumamente susceptible a lo que pasa en el entorno, y la estabilidad es condición especial para un aumento de los flujos de inversión, parte importante de ella proviene del sector minero y en el año 2022 su comportamiento ha sido negativo. En los últimos treinta años la inversión minera fue la locomotora del crecimiento económico, ahora está venida a menos, por ataques directos e indirectos a la actividad, restando potencialidades para el desarrollo futuro, e impactando negativamente en los hogares que dependen de ella.  

Si esto sucedió en la macroeconomía del país, en la microeconomía la cosa no ha sido mejor, cerca de un tercio de los hogares peruanos sufrieron los impactos de distintos choques adversos, en el último año, entendiéndose por choques adversos a las perturbaciones de diversas fuentes externas, que generan cambios sustanciales en los niveles de bienestar de los hogares, pudiendo colocarlo en una eventual situación de privación.

Dichos choques adversos se identifican con factores que afectan a los hogares, como una repentina enfermedad o accidente grave de algún miembro del hogar, los desastres naturales, la pérdida de empleo de algún miembro de la familia, la quiebra del negocio familiar, el abandono del jefe del hogar, o por sufrir un hecho delictivo, en el marco de la inseguridad que afecta el bienestar de los hogares.

Así, en el segundo semestre del año pasado[4], el 30,0% de los hogares del Perú, enfrentaron choques adversos que afectaron su nivel de bienestar. Entre los que más afectaron destacan los provenientes de enfermedad o accidente grave de algún miembro de la familia que afectó al 10,4% de los hogares, los desastres naturales afectaron al 8,1%, la pérdida de empleo de algún miembro del hogar 7,4%, seguido de la quiebra del negocio familiar/ abandono del jefe del hogar/otro, el 4,4%, y por un hecho delictivo de algún miembro del hogar el 2,9%. Estos factores impactan negativamente en los activos familiares, por pérdida de patrimonio o capital de trabajo, incluso afecciones en la salud de las personas lo cual afecta al hogar, incluso, la capacidad de recuperación se ve disminuida por la gravedad de los hechos sufridos. 

A todo este panorama adverso que sufren los hogares se suman problemas mayores, una alta corrupción en la percepción ciudadana y la presencia de la delincuencia e inseguridad, como los mayores problemas de la sociedad peruana actual. Hay mucho por trabajar para revertir esta realidad, los peruanos esperan un shock de optimismo, de confianza, estabilidad y resiliencia para salir adelante. Activemos esa fortaleza que nos ha acompañado en los momentos más críticos de nuestra historia, refresquemos la memoria, y encontraremos grandes ejemplos de superación en circunstancias difíciles. Definitivamente esto debe estar acompañado de audaces medidas de gobierno que generen, confianza y estabilidad, que esperan los hogares.


[1] INEI Informe Técnico: Producción Nacional, diciembre 2022. Lima, febrero 2023.

[2] INEI Informe Técnico: Variación de los indicadores de precios de la economía, diciembre 2022. Lima, enero 2023.

[3] INEI Informe Técnico: Producto Bruto Interno Trimestral, diciembre 2022. Lima, febrero 2023.

[4] INEI Informe Técnico, Perú: Percepción ciudadana sobre gobernabilidad, democracia y confianza en las instituciones, 2022. Lima, febrero 2023.