Aniversario de la patria, retos futuros

[simple-authot-box]

El 28 de julio, el Perú cumple 202 años de vida independiente, país que, tras la guerra de la independencia, y la ruptura de ataduras del colonialismo español, aprendió a construir su futuro como República, libre e independiente. En el esfuerzo asimiló experiencias y diversidad de enseñanzas, en la conjugación del anhelo interno de libertad con la presencia sumadora de las corrientes libertadoras del norte y sur. Del sur, liderada por don José de San Martín de quién heredamos el primer Reglamento Provisional expedido por el Generalísimo en Huara, un 12 de febrero de 1821.

Sumado el Estatuto Provisional dado por el Protector de la Libertad del Perú para mejorar el régimen de los departamentos libres, mientras se establecía la constitución permanente, estuvo vigente del 8 de octubre de 1821 al 17 de diciembre de 1822. Por supuesto, lo heredado del esfuerzo decisivo de la corriente libertadora del norte liderada por el Generalísimo don Simón José Antonio Bolívar, con sus propias ambiciones y pasiones, que selló la independencia de América, en Ayacucho, en la Pampa de la Quinua, un 9 de diciembre de 1824, último acontecimiento militar de la guerra de la independencia en América del Sur, sellándose definitivamente la independencia del Perú.

Estos hechos sentaron las bases para la redacción de la Primera Constitución Política aprobada por el Primer Congreso Constituyente, promulgada por el presidente gran mariscal Don José Bernardo Tagle, el 12 de noviembre de 1823. Desde allí hasta la actualidad, la vigente Constitución del año 1993, dos siglos después. La historia peruana es muy rica en ese aprendizaje y comprender el sentido de forjar nación, transitó por experiencias traumáticas, altibajos y crisis, fue aprendiendo a construirla, aun no totalmente integrada, hay lugares de sierra y selva de nuestro territorio con enormes brechas por cerrar, superado ello, el Perú será una nación donde todos, sin excepción, tengan espacio al desarrollo, trabajo de por medio.

En estos doscientos años de vida independiente, se tuvo muchos documentos y constituciones que han guiado la vida política, social y económica del país. Hemos tenido doce constituciones y más de treinta documentos con vocación de constitución, o como Manuel Vicente Villarán afirmara, el Perú ha vivido haciendo y deshaciendo constituciones[1], que respondían al fragor político, a la debacle económica o social, los ciclos de alzas y caídas económicas que marcaron la época, los desencuentros y guerras, que nos hicieron daño, caudillismo exacerbado y muchas veces insurgentemente dañino, con muchos golpes militares. La democracia es joven y débil a la vez, lo vemos y sentimos hasta hoy, hay algunos pocos que reclaman una nueva constitución, como si el simple texto redujera la pobreza, cuando en realidad ella está condicionada al crecimiento económico, nos falta bastante por llegar a la madurez.

La República del Perú, cumple 202 años, en ese transitar ha experimentado caídas o auge económico significativo y desarrollo social, en las última tres décadas, el crecimiento económico fue impulsado por la expansión del sector minero, la construcción, el turismo y otros sectores, el aumento de las exportaciones, sin embargo, el crecimiento no ha logrado el cierre de brechas, en vivienda, salud, educación, reducir la desigualdad, y elevar el acceso de la población a nuevas oportunidades. Persisten desafíos en la calidad de la educación, en el acceso a la salud con equidad, especialmente en las áreas rurales. La pandemia de la COVID-19, nos enrostró la precariedad del servicio de salud, hay que potenciarla para afrontar los retos que se vienen.

Dos acontecimientos icónicos, hemos vivido en el último año, que esperemos no vuelvan a suceder. Uno, el Presidente del Bicentenario, nada menos que del “Bicentenario” por su trascendencia para el Perú, en poquísimo tiempo termino preso, en la cárcel, por sus equivocadas ideas, sus propios yerros y por haberse sumergido en la corrupción. Dos, la primera mujer Presidenta del Perú, que, sin programa, sin partido, sin caer bien a la mayoría de los peruanos, asumió el reto de tomar las riendas del Gobierno, en un momento difícil, no ha recibido un país en marcha, ha recibido un país en descalabro con una economía exhausta, enorme retroceso social, pobreza y vulnerabilidad crecientes.

Hay que desearle sapiencia para estabilizar el país, reactivar la economía, mejorar las condiciones sociales de la población, tiene una ventaja, la mayoría de peruanos quiere trabajar, por tanto, incentivar el empleo, será el mejor regalo de 28 de julio, para los peruanos.


[1] Domingo García Belaunde: Las Constituciones del Perú, 3ra. Edición, revisada, corregida y aumentada. PP. 25-26, JNE. Lima 2016.