La guerra de las 100 horas y el Plan Bukele

Hace una década, julio del 2013, tuve la oportunidad de visitar la República de El Salvador, fui invitado por el Gobierno Salvadoreño y el BID, a participar en el Foro de Estadística, con el propósito del gobierno de gestar su Sistema Estadístico Nacional, que articulara, normara la producción de información estadística, válida para la gestión y la gobernabilidad. En el evento participaron representantes de diversos países de América Latina, incluido el Perú, tuve la oportunidad de exponer la experiencia de cómo se gestó el Sistema Estadístico Nacional en nuestro país y cuál su importancia en el desarrollo de las estadísticas nacionales.

La visita fue oportuna para conocer la problemática de inseguridad que vivía dicho país, sólo el primer día que estuve en San Salvador ocurrieron varios asesinatos, muertes violentas dolosas propiciadas por bandas lideradas por las Mara Salvatrucha, grupo “terrorista” que tenía el control de parte del territorio, hace más de medio siglo. El país centroamericano ya por varias décadas ha encabezado el ranking de país más violentos del mundo. En el año 1995, El Salvador exhibía una Tasa de 139 homicidios por 100 mil habitantes (cifras UNODC), veinte años después en el 2015, la tasa de homicidios fue de 107 muertes violentas por 100 mil habitantes, impresionante el crimen y desgobierno.

En el año 1969, tras un partido de futbol, estalló la guerra entre Honduras y El Salvador, “la guerra del futbol”, del 14 al 18 de julio de 1969, el conflicto bélico fue breve, se le conoce también como la “guerra de las Cien Horas”, la disputa tenia motivaciones sociales, principalmente, también políticas y económicas, el pretexto fue la disputa por los derechos audiovisuales del futbol en España, en el marco del mundial de futbol de México 70. Lograda la paz, miles de salvadoreños quedaron armados, después de la guerra el desarme “no funcionó”, las bandas tenían incluso obuses y morteros de guerra.

Las Mara Salvatrucha dominaron parte del territorio, sembraron el terror consolidando su hegemonía, dentro del Estado. La situación se agravó con la expulsión de cerca de 300 mil salvadoreños irregulares que estaban en Honduras, la crisis social y pobreza aumentaron, con convulsión social y guerra civil. A mediados de la segunda década del siglo XXI, las Mara Salvatrucha, “sentaron” al Gobierno de la época en una Mesa de Negociación sin resultados positivos, el país centroamericano se desangraba con altas tasas de homicidios.

En la década de 2010, la violencia entre pandillas, especialmente entre la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, fue causa de alta tasa de homicidios, convirtió a El salvador, en uno de los países más violentos del mundo sin estado de guerra. Las extorsiones, el narcotráfico y otros delitos también eran preocupantes y afectaban la vida cotidiana de los salvadoreños. Las Mara Salvatrucha, son considerados una “organización terrorista” con protagonismo en diferentes tipos de delitos como: narcotráfico, extorsión contrabando de armas, secuestro, robo, asesinatos, son considerados uno de los brazos armados del Cartel de Sinaloa, organización criminal internacional. Y lo más preocupante, tenían control real de parte del Estado. 

El Salvador eligió a Nayib Bukele como presidente en el año 2019. El plan que implementó tiene como estrategias: i) declaración del “Estado de excepción”, 27 de marzo de 2022, tras un pico de homicidios, murieron 87 personas, a causa del quiebre del “supuesto pacto” que el gobierno de Bukele mantenía con las Mara, reducir la tasa de homicidios por beneficios carcelarios para sus líderes, elecciones legislativas. Pacto del 3 de setiembre del año 2020, entre Bukele y las Mara M13, según el medio “El Foco”.

El régimen de excepción incluye medidas de seguridad que impactan en las personas que viven en la pobreza, que criminalizan a las personas de áreas de pobreza, que han sufrido el accionar de las pandillas. ii) implementación del control territorial, presencia de las fuerzas del orden en lugares críticos y recuperar espacios que controlaban las Mara. Diversas acciones, como el fortalecimiento y equipamiento de la Policía, programas de acción social y reintegración arrepentidos de las pandillas, control carcelario y construcción de infraestructura, principalmente.

Los resultados a la fecha indican una innegable reducción de la tasa de homicidios a 18 muertes por cien mil habitantes, en el año 2021 (Perú no supera 10 homicidios por 100 mil habitantes). Se ha registrado más de 65 mil presos en las cárceles, con penas que van desde 9, 45 y 65 años de cárcel, también se redujeron otros delitos, como extorsiones y secuestros, como efecto dominó.  Estos “logros” están en debate, se argumenta violaciones a los derechos humanos en la ejecución del plan, o indicios de que aún existirían acuerdos tácitos del gobierno con las Mara, en la disminución de violencia.

El Perú de hoy tiene una realidad muy diferente con el país centro americano, El Salvador es un país pequeñito, tiene 6,5 millones de habitantes, nuestro país 5 veces más, 33,7 millones, su territorio tiene una extensión de 21 mil km2., el Perú 1 millón 285 mil km2. El Perú ha superado, difíciles momentos, en el extremo la experiencia del Sendero Luminoso de los 80` y 90`. Es verdad tenemos el problema de alta inseguridad y crimen, pero que no merita un estado de excepción, confiar en nuestra Policía y fortalecerla es el camino.